Casi un millar de personas murieron en 2006 tras partir de Senegal a España
Un total de 952 personas murieron el año pasado al intentar viajar en cayucos entre Senegal y España para emigrar clandestinamente a Europa, según cálculos difundidos este miércoles por el Consejo Interprofesional de la Pesca Artesanal (CIPA).
El encargado de comunicación del CIPA, Mamadou Diop Thioune, dijo que las cifras proceden de fuentes de autoridades españolas con las que su organización está trabajando.
Thioune hizo la declaración en la localidad de Kaolack, 193 kilómetros al sur de esta capital, como parte de una marcha emprendida por el CIPA por el interior del país para sensibilizar a las poblaciones sobre los peligros de la emigración clandestina.
“El Gobierno de Senegal no ha hecho nada para frenar el fenómeno de la emigración clandestina y evitar la aventura sin salida de los miles de jóvenes que arriesgan la vida, mientras ha recibido del Gobierno español un importe de 20 millones de euros”, se lamentó Thioune, según emisoras de radio locales.
El CIPA, que trabaja en red con organizaciones españolas, desea estar asociado en la lucha contra la emigración clandestina, afirmó su portavoz, que calificó ese fenómeno como una “plaga de los tiempos modernos”.
Se calcula que más de 25.000 emigrantes clandestinos llegaron el año pasado a las costas canarias procedentes de países del África subsahariana en busca de una vida mejor en Europa.
Las salidas clandestinas siguen, pese al dispositivo Frontex de vigilancia de las aguas de Senegal, la repatriación de más de 5.000 emigrantes ilegales, las malas condiciones climáticas y el inicio de un programa de oferta de contratos legales de trabajo.
A finales de marzo, el Frontex interceptó a la altura de la localidad de Mbour (80 kilómetros al sur de Dakar) una embarcación con 138 personas a bordo.
Por otra parte, otras tentativas de salidas de embarcaciones han sido frustradas en Rufisque, localidad ubicada en las afueras de Dakar, y en la ciudad norteña de Saint-Louis.
