El mundo digital y el físico crean un hogar

Hyperhabitat. Reprogramando el mundo es el nombre de la instalación, obra de un equipo liderado por el arquitecto Vicente Guallart, que representará a España en la Bienal de Venecia, y que integra los elementos típicos de un hogar, hechos en metacrilato y conectados a Internet gracias a un microservidor.

Una paella, una lavadora, camisetas, sillas, una televisión, libros, un crucifijo o un simple frutero son algunas de las decenas de piezas que conforman esta propuesta que se verá en la cita veneciana (del 14 de septiembre al 23 de noviembre): una “casa prototipo” a escala 1:1, “hermana” de un edificio real de viviendas para jóvenes con espacios compartidos que se está construyendo en Gandía (Valencia) en colaboración con el Ministerio de la Vivienda.

Los visitantes que pasen por la sala Arsenale de Venecia, donde se instalará Hyperhábitat, podrán “manipular” los objetos por medio de un ordenador -también se podrá hacer desde Internet-, vincularlos con otros de su propiedad y realizar aportaciones acerca de cada uno de ellos, como, por ejemplo, la posible creación de una gran biblioteca con los libros que los usuarios tengan en su casa.

Guallart ha explicado en la presentación del proyecto a los medios de comunicación que la instalación tendrá una superficie de 21 por 16 metros cuadrados, que reproducirá seis viviendas para jóvenes, con sus zonas comunes -similar a la proyectada en Gandía- y contará con una gran pantalla en la que se podrán seguir los “vínculos” generados entre los objetos de la casa y los de otros lugares.

El mobiliario, el menaje y el resto del contenido de Hyperhábitat -elaborado con piezas de metacrilato transparente encajadas- disponen de un microordenador que permite su “movimiento” gracias a un “slider” (dispositivo de control) y que recogerá todas las propuestas de los participantes en un registro que, una vez acabado el proyecto, se analizará.

“Se trata de crear una conexión entre los objetos, romper la estructura del mundo industrial”, ha asegurado Guallart, quien ha defendido la utilidad de este proyecto basado “en el Internet de la cosas” y que defiende además un modelo filosófico de autogeneración de recursos y de conexión de los ya existentes.

“Es un hábitat informacional que pretende explicar cómo reprogramar el mundo desde una arquitectura más inteligente”, añade este arquitecto valenciano, que confía en que esta tecnología, que tiene como eje la tercera generación de Internet (Internet Zero), sea aplicable en breve “porque cada vez la utopía está más cerca de la realidad”, afirma.

Para sus promotores, la casa es un pequeño ecosistema en el que cada uno de sus objetos tiene un reflejo directo, aunque a una escala superior, en otra parte del mundo: así, la nevera es como una diminuta Mercabarna, o el inodoro o un grifo tendrían su reflejo en una gran red de depuradoras, que permiten su funcionamiento real.

Este proyecto ha sido desarrollado en el barrio de Poblenou de Barcelona por un equipo multidisciplinar formado por Guallart Architects, el Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña, The Center for Bits and Atoms del MIT, así como por miembros de Bestiario, especialistas en este tema.

Hyperhábitat de Guallart es la única obra española de la exposición Out there, Architecture beyond building, comisariada por el crítico norteamericano Aaron Betsky, en la que participan 25 equipos de arquitectos internacionales.-

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