Preocupa la mala calidad del aire en cinco municipios de La Palma mientras se monitoriza el tremor volcánico este martes

El empeoramiento de la calidad del aire por el dióxido de azufre en las últimas horas en La Palma es la nota destacada este martes en el Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca). Este hecho ha supuesto la suspensión de las actividades laborales en los municipios de El Paso, Tazacorte, Tijarafe, Puntagorda y Los Llanos de Aridane, así como de la limpieza de cenizas en varias zonas. El director del plan, Miguel Ángel Morcuende, ha explicado que se han superado los valores recomendados en varios tramos horarios en las estaciones de Los Llanos y Puntagorda, siendo la situación “muy desfavorable”. “Esta madrugada ha resurgido este problema, pero a lo largo de esta mañana se han registrado valores regulares”, concluyó.

Por su parte, la portavoz del comité científico del Pevolca, María José Blanco, insistió en que los niveles de dióxido de azufre fueron elevados especialmente en la zona de Las Manchas.

En cuanto a la sismicidad, los expertos han anunciado que baja en zonas intermedias (entre 10 y 15 kilómetros) y se mantiene estable en zonas profundas (más de 20 kilómetros). No obstante, el tremor se ha intensificado en las últimas horas, motivo por el que los expertos monitorizan en estos momentos la situación.

La emisión de dióxido de azufre desde el penacho mantiene su tendencia descendente, con una media de 3.000 y 3.500 toneladas diarias. Mientras que la expulsión de ceniza se ha intensificado en las últimas horas, un hecho que, junto al cambio en la dirección del viento, provocó la cancelación de cuatro vuelos al localizarse partículas sobre el aeropuerto isleño.

Hasta ahora, las coladas han arrasado 1.034,32 hectáreas, por lo que se han destruido ya 1.462 edificaciones, según Catastro, y el delta lávico mide 41,99 hectáreas. El mayor aporte de lava se produce sobre las coladas 1, 2 y 9, tal y como se puede comprobar en el mapa siguiente.

“La erupción no va a terminar por ahora”

La energía del sistema eruptivo del volcán de La Palma sigue mostrando una tendencia descendente en los últimos días, aunque no terminará a corto plazo, ha avisado María José Blanco.

Blanco ha indicado en rueda de prensa que hay una disminución de todos los parámetros, sobre todo la sismicidad, la deformación del suelo y la emisión de dióxido de azufre, que ayer fue de entre 3.000 y 3.500 toneladas, pero esa tendencia es “lenta” y se necesita que sigan decreciendo para “llegar a niveles más bajos”.

A la pregunta de si el volcán se está apagando, Blanco ha contestado que “en algún momento, sí”, y ha añadido que en estos momentos está “en un proceso más estable y un nivel más bajo de actividad”, pero “a corto plazo el sistema, la erupción no va a terminar”.

Hasta ahora, el Pevolca ha dado albergue a 480 personas afectadas por el volcán.