Simuló un secuestro porque debía 130.000 euros

El hombre detenido este jueves por el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en Las Palmas de Gran Canaria y que simuló un secuestro había retirado 130.000 euros de las cuentas de las empresas de promoción inmobiliaria que administraba, cantidades que gastó jugando a las máquinas tragaperras, según explica la Policía Nacional en un comunicado.

El suceso se produjo sobre las 14.00 horas en la calle Domingo J. Navarro número 1, junto al Banco BBVA de la calle Triana, donde los primeros avisos alertaban de que había un individuo secuestrado y que al parecer había armas de fuego en el lugar.

Al llegar a la zona, los funcionarios de la Brigada Provincial de Policía Judicial se encontraron con que miembros de la unidad de Atención al Ciudadano tenían retenidas a dos personas, E. N. E. R. y Pedro A. O. DE P., que según las primeras manifestaciones serían las dos supuestas víctimas del secuestro.

Tras tomarles declaración la Brigada Provincial de Policía Judicial, actuaciones en las que colaboraron funcionarios de Seguridad Ciudadana y de Policía Judicial de Distrito Sur, se entrevistaron en un despacho del interior del banco BBVA con E. N. E., quien tras dar una versión poco sólida de los hechos ocurridos confesó que todo había sido un montaje para simular el robo de 130.000 euros que tenía que justificar ante su padre, administrador de la empresa en la que trabaja.

Tras oír todas las declaraciones, la Policía Nacional ha llegado a la conclusión de que E.N.E.R, apoderado-director de varias empresas de promoción inmobiliaria y jugador asiduo a las máquinas tragaperras, había gastado dinero perteneciente a éstas y que tenía que justificar ante los administradores de las mismas.

Por tal motivo compró en un comercio de la zona de Triana distintos elementos para disfrazarse, entre ellos un pantalón, una camisa, una peluca, una careta, una bolsa o una barba, tras lo que se dirigió al Banco BBVA que se encuentra cerca de su oficina y dejó en la caja de seguridad que tiene contratada en dicha sucursal un sobre conteniendo papeles en blanco que había preparado con anterioridad, simulando dinero.

Aprovechando la ausencia de su compañero de oficina, Pedro A. O. de P., el supuesto auto secuestrado cogió la bolsa que contenía todos los artículos que adquirió y se los llevó al baño de la planta, esperando en el mismo hasta la llegada des su compañero. En ese momento efectúa una llamada telefónica para decirle “que le habían secuestrado” y que pasaría un hombre con la llave de la caja de seguridad del banco para que bajara a coger todo lo que hubiese y se lo entregase.

Mientras tanto, el supuesto secuestrado se disfraza en el mismo baño, poniéndose el pantalón, la camisa, una peluca, guantes y careta adquiridos previamente, además de un arma simulada del calibre 38, dirigiéndose a la oficina donde se encontraba Pedro A. Tras llamar al timbre le entregó la llave de la caja. Cuando Pedro A. llega al banco para sacar el sobre de la caja, una empleada lo ve muy nervioso y decide llamar a la Policía.

Según el relato de la Policía en ese momento y mientras E. N. E. esperaba en la oficina, escucha unas sirenas, por lo que se cambia nuevamente en el baño. Cuando oye llegar a Pedro A., esperó unos minutos y entró en la misma, manifestándole que los secuestradores le habían enviado a él “debido a que tardaba mucho”.

Tras ello, cogió el sobre y salió de la oficina, encontrándose al salir a la calle con los Policías que le requirieron su identificación y le intervinieron el sobre. Éste contenía diversos papeles blancos recortados simulando fajos de billetes.