Los sindicatos vuelven a salir a la calle este Primero de Mayo tras la suspensión de las manifestaciones en 2020 por la pandemia

Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras (CCOO) volverán a salir a la calle este 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, para exigir al Gobierno el cumplimiento de la agenda social, aparcada el pasado año como consecuencia de la COVID-19. Los actos convocados para este sábado persiguen la necesidad de ejecutar la derogación de la reforma laboral, la del sistema de pensiones de 2013, la revalorización del salario mínimo y la recuperación de los servicios públicos.

El secretario general de UGT Canarias, Manuel Navarro, apuntó en rueda de prensa que la actual crisis socioeconómica “solo ha servido para poner de manifiesto la necesidad de ejecutar estas medidas de forma apremiante, ya que, en el caso de Canarias, el golpe económico solo ha servido para evidenciar aún más la mala calidad del empleo en las islas”. Por su parte, el secretario insular de CCOO en Tenerife, Andrés Baute, puntualizó que el escenario actual “hace más necesaria que nunca la movilización y la presencia en las calles, especialmente ante el panorama de futuro que se presenta con los ERTE”.

Los actos convocados se desarrollarán bajo el lema Ahora sí toca cumplir. Un país en deuda con su clase trabajadora. En Las Palmas de Gran Canaria el punto de inicio será a las 11.00 horas desde el Parque San Telmo, para continuar por Francisco Gourié, Munguía, Rafael Cabrera, Autovía, Muro, Obispo Codina y concluirá Plaza de Santa Ana. En Santa Cruz de Tenerife, la manifestación comenzará a la misma hora desde la calle Méndez Núñez, siguiendo por El Pilar, Villalba Hervás, San Francisco y finalizará en la Plaza de La Candelaria.

En La Palma y en Lanzarote se optará por concentrar a los ciudadanos movilizados. En Santa Cruz de La Palma será a partir de las 11.00 horas frente a la Delegación del Gobierno, en la Avenida Marítima, mientras que en Arrecife será a partir de las 10.00 horas, frente a la propia sede sindical.

Esta convocatoria en las calles quiere convertirse en un homenaje para la clase trabajadora, “como la gran sacrificada durante esta crisis y con la que el Estado está en deuda, y en especial a los empleados de los servicios públicos, cuya labor fue esencial durante el confinamiento”, señalan los sindicatos.