Los tripulantes del 'Saulo' llegan sanos y salvos a casa
Los dos tripulantes de una embarcación desaparecida a mitad de marzo en la ruta entre Cádiz y Canarias fueron hallados este viernes con vida a 160 millas al sur de Gran Canaria, después de pasar semanas sin noticias suyas y sin que su rescate haya permitido aún aclarar las causas de su pérdida, si bien el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, que acudió a felicitar a los tripulantes adelantó que todo pudo deberse a una avería del motor del barco.
Para conocer lo que les ocurrió entre esta la mañana de este viernes, cuando un mercante les localizó a la deriva a bordo de su barco, un pequeño buque dedicado a la pesca de recreo llamado Saulo, y el pasado 13 de marzo, cuando habían partido de Cádiz hacia Gran Canaria, agentes de la Guardia Civil les tomarán declaración en cuanto sea posible.
Antes, José Quevedo, de 61 años, dueño del barco y residente en el municipio de Arucas, y Cristo Herrera, patrón y con domicilio en Agaete, deberán completar sendas revisiones médicas seguidas de eventual asistencia sanitaria en el Hospital Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, al que fueron conducidos esta tarde a bordo de un helicóptero de Salvamento Marítimo que fue en su busca.
Así lo anunció a las puertas del hospital la subdelegada del Gobierno en la provincia de Las Palmas, Laura Martín, quien acudió a recibir a los náufragos.
Tras constatar que, en principio, su estado de salud es bueno, como pudieron deducir los periodistas congregados en el lugar tras verles entrar por su propio pie a ambos a su llegada a la zona de Urgencias del Doctor Negrín, Laura Martín destacó que, en todo caso, aún deberán reponerse antes de prestar declaración, ya que, según sus propios testimonios, llevaban ocho días sin beber agua, recordó.
Si bien habrá que esperar a que los médicos autoricen a hablar con ambos, “la policía judicial de la Guardia Civil está pendiente de tomar declaraciones a estos dos tripulantes y seguirá las investigaciones para saber las causas de la desaparición, qué ha pasado con el barco y en qué situación se encuentra”.
Para ello, el barco, que la subdelegada del Gobierno definió como “una especie de moto-yate de unos 10 metros de eslora y 4 de manga” y que destacó fue hallado a 160 millas al sur de Gran Canaria, “aproximadamente a unos 300 kilómetros”, “ha sido rescatado y se encuentra ya camino de la Capitanía Marítima, que se va a hacer cargo también de las investigaciones”.
Martín adelantó, de todos modos, que “el barco no estaba en buenas condiciones”, aunque sin precisar sus posibles problemas porque -explicó- “tenemos todavía que averiguar si se ha quemado el motor, si se ha quedado sin aceite, sin combustible y otra serie de cosas que todavía nos quedan por comprobar”.
No obstante, “sí estaba en condiciones de navegabilidad, porque está siendo arrastrado por un buque de Salvamento Marítimo hasta el Puerto de La Luz y de Las Palmas”, matizó.
Como portavoz improvisada de los allegados de los desaparecidos, Lourdes Quintana, vecina de Cristo Herrera que denunció su desaparición a las autoridades, al carecer éste de familia cercana, insistió, por su parte, en que, pese a que, “ahora, lo único importante es que los dos están bien”, todavía “habrá muchas cosas que aclarar sobre lo ocurrido”.
“No sabemos qué pasó, no sabemos por qué la radio no respondía, no sabemos por qué, al llamar al móvil, contestó un chico con acento árabe, no sabemos por qué han cruzado las islas y nadie les ha visto, no sabemos nada”, recalcó Quintana, que insistió, de ese modo, en apuntar a la tesis de los allegados de que pudieron ser secuestrados por magrebíes.
El suceso se ha convertido finalmente, en cualquier caso, en “una historia con final feliz”, según declaró a las puertas del Doctor Negrín el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, que acudió a felicitar a los náufragos y sus familiares.
Una avería en el motor
Una avería en el motor fue el desencadenante de la pérdida del barco, según declararon éstos en el hospital esta noche al presidente del Gobierno Autónomo, Paulino Rivero.
“Al poco tiempo de salir de Barbate, vieron que se quedaban sin batería”, explicó que le refirieron los marineros el presidente autonómico, que acudió a felicitarles por su suerte al Hospital Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, al que fueron evacuados en un helicóptero de Salvamento Marítimo esta tarde, tras ser hallados por la mañana por un mercante a 160 millas de la isla.
Paulino Rivero recalcó además, según explicaron fuentes de su gabinete, que los náufragos, José Quevedo, de 61 años, y Cristo Herrera, le aseguraron que, tras permanecer semanas a la deriva, pidieron auxilio “hasta a treinta barcos que pasaron a doscientos metros del suyo sin que ninguno parara”.