“Estamos viendo como se privatiza la miseria”
Hace siete años que una serie de padres de niños enfermos de cáncer decidieron crear una asociación para suplir las carencias que encontraron en la tercera planta del Hospital Universitario Insular-Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria, como la necesidad de una lavadora para limpiar la ropa de los pequeños o la de cambiar un mobiliario que lucía obsoleto.
En la actualidad, las prioridades han cambiado y el vicepresidente de la Asociación de Padres Unidos Pequeño Valiente, José Jerez, señala que “estamos desbordados”, porque “ya no es solo la enfermedad, es que el otro día compramos una nevera a una señora y la llenamos”.
Jerez señala a Canarias Ahora que la crisis económica y sus consiguientes recortes en el sector público se han notado en el funcionamiento del Hospital y sobretodo en las necesidades de los padres de los pequeños, que “tienen una carga superior, porque no tienen trabajo, ni para comer”. Aunque es consciente de que la ayuda que pueda aportar la Asociación es limitada, advierte que “estamos viendo cómo se privatiza la miseria”.
Al respecto, precisa que las ONG están asumiendo un papel que, como norma general, deberían asumir las administraciones públicas. “Sí, nos ayudan, pero no podemos llegar a todo”, apostilla. Unas iniciativas que ya no sólo se centran en comprar regalos de Navidad para los afectados, sino también para sus hermanos, algunos de los cuales no reciben más presentes ni ropa.
La función de Pequeño Valiente ha derivado de buscar alojamiento a los familiares de niños que se veían obligados a recibir quimioterapia en el Hospital a, además, ayudar a encontrar un empleo a sus progenitores, a pagar facturas de agua y luz y evitar desahucios de familias con pequeños enfermos de larga duración, gracias a la actuación de abogados que ejercen de forma voluntaria.
El vicepresidente de la Asociación señala la necesidad de que la atención a los menores que sufren cáncer sea inmediata, porque “hoy pueden estar aquí, pero mañana puede que no”. Asegura que conocer el día a día de la enfermedad y estar “a pie de cama”, ha hecho que la característica principal del colectivo sea cubrir esas necesidades con inmediatez. “Los que estén aquí tienen que estar lo más feliz posible y no puedes decir que vas a hablar con un político y que dentro de? no, tiene que ser ya. Esa madre tiene que tener casa ya, un trabajo ya” añade.
Jerez se reunió con este medio poco antes de acudir a comprar los regalos de Navidad de la Asociación, que cuenta con la ayuda de diferentes empresas y la de sus 200 socios, que atienden a un número de niños similar.
Unos dos menores pasarán el fin de año en las habitaciones del Hospital, al no haber sido dados de alta para pasar las fiestas en su casa, como sí ha ocurrido con la mayoría de los ingresados, según fuentes del Materno.