Zapatero ofrece ayudas a los afectados por los ''desgarradores'' incendios
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero expresó la tarde de este miércoles el apoyo del Ejecutivo a los afectados por los incendios en Gran Canaria y Tenerife y se mostró muy apenado por la visión del territorio quemado desde el aire al sobrevolar la isla de Gran Canaria, pues “el daño que produce es desgarrador”. El jefe del Ejecutivo anunció que ha convocado un Consejo de Ministros extraordinario para el próximo viernes con el objetivo de aprobar un Decreto-Ley que incluye medidas específicas, sin límites económicos, para ayudar a las personas afectadas por los incendios .
Zapatero, que este miércoles visitó el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad del Gobierno de Canarias en la capital grancanaria después de visitar la isla de Tenerife, adelantó que las personas afectadas por los incendios recuperarán “todo aquello que hayan perdido” como consecuencia del fuego. Las ayudas irán dirigidas en primer lugar a los damnificados ya que “lo más urgente es aquello que afecta a las personas”. También, “se contemplarán los daños y pérdidas de viviendas y se darán subvenciones para infraestructuras, además de bonificaciones fiscales tras hacer balance de lo que se ha perdido”. “Será un decreto ley amplio, que contemplará todas las posibilidades de los daños causados, todos los supuestos”, sin límite presupuestario, aseguró Zapatero.
José Luis Rodríguez Zapatero subrayó que la coordinación entre el Ejecutivo central y el canario ha sido “permanente y ejemplar”, añadiendo que “el Gobierno de España ha dispuesto desde el primer momento todos los medios que se han solicitado”, refiriéndose a los 150 efectivos militares y 400 policías y guardias civiles desplazados a la zonas afectadas. La capacidad de respuesta ha sido “satisfactoria” si se tiene en cuenta la magnitud del fuego, los fuertes vientos y el calor registrado en estos últimos días, dijo.
Asimismo, consideró que el incendio de Gran Canaria ha sido “obra de un desalmado” y felicitó a la Guardia Civil por la eficacia en su detención. Por ello, resaltó la necesidad de “que nadie provoque incendios porque va a ser detenido y le va a costar muchos años de cárcel”, y pidió “la máxima colaboración ciudadana” con las fuerzas de seguridad del Estado, tanto en la prevención de incendios como en la persecución de sus autores, pues provocan un gran daño ecológico y un riesgo grave para las personas.
También anunció el presidente la creación en Tenerife de una base militar de urgencias - en Gran Canaria ya hay una- “para situaciones de crisis” como la que se ha vivido durante los últimos días y que “reforzará más las posibilidades, la eficacia y la seguridad”.
En cuanto a las críticas del presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, que consideró descoordinada la lucha contra el incendio, señaló que había sido un pronunciamiento precipitado. “Hay una forma de hacer oposición que es primero criticar y después analizar, y eso lleva a errores”. Zapatero recordó que la coordinación ha sido resaltada por el Ejecutivo canario, que “no es precisamente un gobierno del PSOE”.
En un tono ya más distendido, Zapatero mencionó que “todo el mundo habla de la bondad del pino canario”, refiriéndose a su capacidad de regeneración y confiando en que la repoblación de las zonas quemadas no se alargue demasiado.
Plan de Dinamización Económica
El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, quien acompañó a Zapatero durante su visita a Gran Canaria, expresó su satisfacción por que el primer objetivo, que no hubiera víctimas mortales, “se ha cumplido”. En cuanto a los daños que ha causado el incendio en las zonas forestales, según Rivero, la respuesta fue corta en el tiempo y se ha respondido eficazmente, pero indicó que “tenemos que mejorar los medios”. Por ello, mencionó la necesidad de un Plan de Dinamización Económica para las zonas afectadas por el fuego y la conveniencia de que los efectivos que presta el Estado -dos helicópteros y un avión- no estén sólo en verano, sino todo el año. También apuntó la necesidad de un Plan Nacional contra la erosión del Suelo, advirtiendo del deterioro que unas posibles lluvias pueden ocasionar en los territorios ya quemados.