“Habrá un pulso tras la crisis: reforzar la revolución neoconservadora o restablecer los valores democráticos”

Tenerife Ahora

Santa Cruz de Tenerife —

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Santiago Pérez es concejal de Urbanismo, Vivienda y Desarrollo Rural y Pesquero en San Cristóbal de la Laguna y forma parte del Gobierno municipal, pero “en segunda línea”, con un papel “más asesor que ejecutivo” y afirma que se siente orgulloso de la “sensibilidad y el trabajo” de sus compañeros en esta crisis.

Y avisa. “Estamos asistiendo a un pulso que se va a encarnizar tras la crisis: reforzar la revolución neoconservadora que cabalga desde los 70 o restablecer valores de libertad, solidaridad, democracia y pluralismo. Eso que llaman VOX es un ofrecimiento envuelto en mensajes patrióticos a los grandes poderes económicos por si les resultara útil disponer de un nuevo régimen autoritario”.

Santiago Pérez reconoce que “han cambiado mucho las cosas. Y más que van a cambiar más afortunadamente. El sistema político de nuestro Archipiélago estaba marchitándose por la continuidad de una forma de gobernar que fui el primero en calificar de Régimen. Un Régimen que evolucionaba despacio pero sin pausa en un sentido opuesto a una Democracia que merezca ese nombre. Para mantenerse en el poder recurrían a todo: la censura, en los últimos años, fue patente. Algunos la sufrimos. Para quienes en nuestra juventud nos comprometimos con la defensa de las libertades y la lucha contra el franquismo tardío, sufrir la censura impuesta por la última generación, la de los pitufos de ATI, resultaba francamente inaceptable”.

Sitúa el origen de esa deriva en “el sistema que de Gobierno que se instauró en la isla de Tenerife en 1987, después de una campaña despiadada en la que identificaban a los socialistas tinerfeños como traidores a nuestra Isla. El llamamiento a la lucha fratricida contra el canarión buscaba unir a la gente de la Isla, pero sobre todo tapar los intereses reales a los que representaban, que han ido quedando tan patentes en los últimos años que incluso se les podría poner nombre y apellidos”.

“Luego –sigue diciendo-- el enemigo exterior fue Madrid, es la estructura mental característica de las dictaduras: para no desvelar los intereses reales y sociales a los que representan, lo envuelven todo con una pátina de patriotismo barato”.

Y señala que “en estos días se está poniendo muy de manifiesto esta forma de actuar con motivo de una crisis donde la derecha y la ultraderecha española están demostrando cuál es el verdadero alcance del patriotismo del que presumen. En los episodios cruciales de la historia de España, las elites que habían estado dirigiendo el país, las clases dominantes, demostraban que su amor a España llegaba hasta donde llegaban sus intereses”.

Recuerda en este sentido que “cuando algunos grandes personajes han quedado retratados en los papeles de WikiLeaks, que identificaron a un montón de grupos empresariales y a personas concretas de España que se manejan en los paraísos fiscales para no cumplir sus obligaciones tributarias, me doy cuenta de que hasta ahí llega su patriotismo”.

Santiago Pérez añade que “en tiempos de paz no hay traición más grande a los intereses del país que evadir la legalidad española y los deberes de solidaridad que la Constitución consagra al establecer el Estado Social y que nuestro sistema tributario tiene sea progresivo, de forma que contribuyan más los que más tienen”.

Y sobre las mentiras con los que se está manejando la derecha avisa: “Los políticos y ciudadanos progresistas no debemos minimizar este problema. No es que la derecha española sea discípula de Trump es que es su maestra, va muy por delante en sus actitudes reaccionarias e insolidaridad. No se debe analizar sus mensajes solo desde la perspectiva de que resulten contradictorios, que lo son; cuando la ultraderecha española o norteamericana dice mentiras tan flagrantes es porque su ideología parte de una concepción pesimista de la condición humana: cree que las personas son necias, comprables, incapaces de gobernarse a sí mismas, que necesitan a un padre o un dictador que las gobierne, y que son sensibles a este tipo de llamamientos irracionales: el miedo, el enemigo exterior, un virus chino, los migrantes…”.

“Ellos saben –añade-- que en determinadas circunstancias ese tipo de mensajes odiosos puede tener una respuesta masiva. Por eso les da lo mismo incurrir en contradicciones. Ellos apelan a los estratos más profundos y fieros de la condición humana y esperan en determinadas circunstancias obtener la adhesión de la psicología colectiva a ese tipo de mensajes”.

Así, considera que “eso que se llama VOX es un ofrecimiento que se está haciendo envuelto en ese mensaje patriótico a los grandes poderes económicos por si les resultara útil en algún momento disponer de un nuevo régimen autoritario. Desechar la democracia, con la que el gran capital convive cuando no le queda más remedio, pero a la que no duda en desechar cuando esa forma de Gobierno no es la que más conviene a sus intereses”.

Otra forma de afrontar la crisis

Santiago Pérez se refirió también al papel actual de los Gobiernos de España, los autonómicos y los municipales de orientación progresista: “Estarán acertando o equivocándose, pero queda fuera de toda duda que la intención es afrontar esta crisis sanitaria y socioeconómica desde otra sensibilidad, que la solución a esta crisis sea completamente diferente a la que se impuso a la crisis financiera que arrancó en 2008”.

La voluntad “es no dejar a nadie atrás, reforzando lazos de solidaridad y de cohesión social, lo que demuestra otra forma de entender el patriotismo. Y es que cuando no se atiende a los intereses de todos, y especialmente de los más débiles, estamos ante un patriotismo de escenario de cartón piedra que suele servir para esconder otros intereses”.

En esta situación de encrucijada “el desenlace puede ser aún más despiadado socialmente: reforzar esta revolución neoconservadora que viene cabalgando desde finales de los 70 y ha tenido sus últimos y más trágicos y grotescos ejemplos en la elección y en las políticas del presidente norteamericano; o ser una oportunidad para el restablecimiento de valores de libertad, solidaridad, democracia y pluralismo”.

Tiene claro que estamos asistiendo a “un pulso”. Por eso, “los progresistas no debemos escatimar esfuerzos. La humanidad, el planeta se juega mucho en esta partida. Debiéramos salir con un fortalecimiento de valores de respeto a la naturaleza, de valores de solidaridad y libertad. Es el reto, pero no va a ser fácil de ganar. Va a haber estrategias políticas despiadadas. La derecha española se va a tirar al monte”.

Trabajo en el Ayuntamiento

Sobre su área señala que la Concejalía de Urbanismo “está trabajando telemáticamente con rendimientos por encima del habitual. Y aquí se mide todo, porque parte de la retribución de los funcionarios se fija por objetivos individuales”.

Aunque “en realidad, en primera línea están otros departamentos del Ayuntamiento. Y estoy muy orgulloso de la sensibilidad que desde el día primero están demostrando mis compañeros y compañeras de Gobierno. El área social, Rubens Ascanio; el área de Hacienda, Alejandro Marrero; el área de Servicios, Josimar Hernández y la vitalidad y energía que está desplegando muy particularmente el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez. Les nombro a ellos en representación de todos y todas, porque en realidad estoy desarrollando una función más asesora que ejecutiva. Estoy francamente orgulloso. La ciudadanía de La Laguna se siente protegida por este Gobierno municipal”.

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