Casi 60 bebés reciben 110 litros de leche materna de 41 mujeres en el Hospital de La Candelaria
El banco de leche del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria en Tenerife ha logrado en sus primeros seis meses de actividad la donación de 41 mujeres, lo que ha hecho posible que 58 bebés se beneficiasen de un total de 110 litros de leche materna.
La generosidad de las donantes supera la previsión inicial de atender a 50 niños en un periodo anual y ha permitido ofrecer este recurso a los prematuros y neonatos vulnerables que la requieran por prescripción médica, ante la imposibilidad de ser amamantados por su propia madre.
Todo el proceso se realiza de acuerdo a los criterios de seguridad establecidos por las asociaciones española y europea de bancos de leche humana, ha precisado este jueves en un comunicado el centro hospitalario, adscrito a la Consejería de Sanidad regional.
El procedimiento de la donación pasa por diferentes fases antes de que llegue al paciente que la requiera, lo que permite realizar un control de leche y de las donantes.
Primero se realiza una entrevista con una encuesta sobre su salud y la firma del consentimiento informado, así como la entrega de la documentación sobre el proceso y la realización de una analítica de sangre.
Si resulta apta, se entrega un dispositivo con todo el material necesario para que pueda comenzar a realizar las extracciones en su domicilio.
Aproximadamente cada 15 días se cita a las mujeres telefónicamente para conocer su estado de salud y resolver dudas que puedan surgir.
Además, se pacta una fecha de recogida según la zona de la isla donde se encuentre.
Posteriormente, se preparan las neveras con el material que se va a reponer a las madres y los acumuladores de frío para conservar la leche donada.
Una vez que llega al centro sanitario se comprueba el correcto estado de congelación y se introduce la información en el sistema informático para mantener un riguroso control.
Para garantizar la reserva de la leche pasteurizada, las peticiones se realizan en función de las necesidades de los pacientes hospitalizados.
Un día antes de emplearse se descongelan hasta tres lotes por donante y se prepara en una cabina de flujo laminar estéril reservada para su manipulación.
Asimismo, los profesionales del banco de leche toman muestras para ejecutar análisis nutricionales y microbiológicos de la leche y tras el proceso de pasteurización y etiquetado, se conserva en congeladores.
Las solicitudes las lleva a cabo un médico neonatólogo a través del servicio de Pediatría, que informa a los padres o tutores del paciente receptor.
Una vez obtenido el consentimiento informado, se descongela la leche y se prepara según la prescripción médica para luego distribuirla a la unidad o paciente receptor, garantizando en todo momento su trazabilidad.
Añade el centro hospitalario que la nutrición constituye uno de los pilares básicos de los cuidados de los recién nacidos hospitalizados, especialmente los prematuros.
Tal y como reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mejor alimento para estos niños es la leche de su madre y, en caso de que ésta no tenga, se recomienda como mejor alternativa la leche materna donada y pasteurizada de mujeres sanas.
La evidencia científica disponible muestra que alimentar a los niños y niñas hospitalizados con leche materna es mejor que hacerlo con fórmulas derivadas de la leche de vaca y retrasar la alimentación hasta disponer de este recurso supone un mayor número de días de hospitalización, con lo que aumenta el riesgo de infecciones.
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