Claro que cualquier manifestación, imprudencia, incontinencia o patinazo de cualquier dirigente del PP protagonizado cuando ese partido ejercía de desleal oposición queda automáticamente eclipsado por lo mal que lo hicieron los malditos socialistas. Y si no se puede amparar la explicación en la herencia recibida, el acorralado ha de inventarse alguna estratagema que le permita salir airoso culpando al adversario político que esté más a mano. Lo hizo Soria este martes en Televisión Española en Canarias, a donde acudió como invitado del primer programa de El Debate, que sustituye al desaparecido 59 Segundos, víctima de los recortes al no poder pagar los derechos al propietario del formato. Para defenderse del hecho cierto de que Rajoy no haya recibido todavía a Paulino Rivero, ocupado como está atendiendo a la prensa todo el día, el ministro se inventó que el presidente canario tampoco ha recibido aún a José Miguel Bravo de Laguna. Una burda mentira porque Rivero recibió al presidente del Cabildo grancanario el 20 de julio de 2011, exactamente un mes después de su toma de posesión. En el mismo programa de este martes Soria hizo una confesión: la partida para el descuento aéreo y marítimo para residentes ya no es “un crédito ampliable”, como se había sostenido hasta la fecha para calmar el cabreo de los canarios. Ahora es “compromiso”. Y ya se sabe cómo es este Gobierno con sus compromisos.