Pero si lo de Josefina Navarrete y Pepe Alcaraz sacó de sus casillas a Morales, lo que finalmente condujo a su dimisión fueron las designaciones de Domingo González Chaparro para el consejo de administración de Televisión Canaria, y de José Suárez para el consejo social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En el primero de los casos el agravio fue para la dimisionaria de considerables dimensiones porque ella daba por hecho que habría renovación y no esperaba salir derrotada en la Ejecutiva Regional en la que se abordó el asunto. Era la confirmación de que Juan Carlos Alemán la había dejado sola. Alemán también necesita apoyos en su intento de salvarse en el congreso regional de 2004, y una vez constatado que su báculo anterior, Chano Franquis, estaba más perdido que el barco del arroz, era hora de alinearse con la gente de José Miguel Pérez, que ahora controla el partido en Gran Canaria. Pérez propuso los nombres de Chaparro y Suárez y no hubo necesidad de mayor discusión.