El Agujero es una de las playas más populares de Gáldar, y allí también se han producido llamativas irregularidades durante los primeros meses de mandato de Manolo Godoy, el alcalde que está haciendo bueno a Demetrio Suárez a un ritmo más que frenético. Pero no nos referimos a ese agujero cuando afirmamos que Godoy y su equipo -o lo que de él le queda- dirigen hacia un agujero a la ciudad más importante del Norte. Nos referimos al desastre al que parece abocada la gestión municipal tras el cúmulo de anomalías que ahora empiezan a aflorar, a las que hay que añadir el peligro de ruptura que planea sobre el grupo de gobierno tras esta primera y muy sonora crisis política. Godoy estaba vendido antes de esa crisis y sigue vendido ahora, porque los que le auparon al poder le han obligado a destituir a cuatro concejales del Bloque Nacionalista Rural. Pero algunos de los destituidos tienen al alcalde cautivo de algunas de sus decisiones. Nos explicamos.