Criticábamos aquí con cierta dureza los pormenores que rodearon la detención sufrida hace unos días por el delegado regional de Dragados y Construcciones en Canarias, Abelardo Martínez, y lo hicimos sencillamente por las referencias que nos llegaron de sus familiares. No estábamos presentes, y estas cosas, como se imaginarán, es imposible contrastarlas con la parte contratante, es decir, con la parte que detiene. Les decíamos que nos parecía un exceso que a una persona que no tiene peligro de fuga ni de reaccionar con violencia y armas a su alcance, podía ser detenido de un modo, digamos, suave. Y dijimos que prácticamente lo habían vejado ante su mujer y sus hijos. Pues la versión oficial es radicalmente opuesta, y ahora lo empiezan a corroborar incluso desde su familia, una vez el afectado ha contado lo que sucedió realmente,