Nervios como los de un bistec de a peseta en la Consejería de Turismo. La consejera, nuestra admirada Rita Martín, asegura haber telefoneado este lunes “personalmente” al restaurante Cipriani, de Londres, para que preguntar de dónde salió la información publicada aquí y en Interviú acerca de la factura de 1.818 libras (2.122 euros) pagada por ella misma durante la World Travel Market para agasajar a su equipo y a una decena de periodistas. Repetimos, una decena de periodistas. La consejera ha asegurado muy cabreada que esa factura la pagó ella con su Visa personal, lo que nosotros no hemos negado nunca. Le pedimos disculpas por la trastada que le hemos hecho: ahora tendrá que esperar un par de meses para pasar el cargo a la consejería, que era lo que iba a hacer de no haberse descubierto el percal. Pero mediten un momentito: ¿ha negado la consejera la mayor? ¿Ha telefoneado de verdad a un restaurante londinense para que reúnan al personal a las 13.00 o'clock y detecten al chivato?