No dábamos crédito a la noticia hasta que la conseguimos confirmar. El anuncio de Rita Martín ante el Parlamento de que quedaban suspendidas las dos terceras partes de la campaña de los Estadios de la Felicidad era falso. Aquella campaña, de 4,5 millones de euros, desató las críticas de las asociaciones empresariales turísticas por considerarla un despilfarro de escasísima efectividad. Consiste, la tal campaña, en publicidad y una estrafalaria exposición -con masajista incluido- en tres estadios (Emirates, de Londres, donde ya se celebró el primer episodio de este despropósito; el Santiago Bernabeu, de Madrid, y el Arena de Munich). Pues bien, meses después de su anuncio en el Parlamento el respiro de alivio de los empresarios, doña Rita ha retomado una nueva fase de la campaña y ya ha convocado a todo el mundo a una cuchipanda en Munich. Es decir, otro millón y medio de euros a gastar en fuegos de artificio.