Antonio Naranjo tiene menos cintura política que una mesa de noche, como todo el mundo sabe, incluso en el PP, su partido. Como les decíamos un poco más arriba, es concejal por dinero, por el dinero que históricamente ha sido capaz de aportar a las campañas electorales de su partido, bien por generosidad personal o bien por generosidad ajena, que de todo hay en la viña del Señor. Por si no lo recuerdan, Naranjo fue el que llamó “astacaños” a los comerciantes de Mesa y López por no querer rascarse el bolsillo para pagar la iluminación navideña, lo que puestos, a aplicar sus propias teorías sobre la seguridad, constituye toda una contradicción con su palmericidio: a más luz en Mesa y López, menos crímenes, es de suponer. Pero no, él no se bajó del burro y, siendo entonces concejal de alumbrado, no apretó ni un bombillo para que aquello tuviera decoración navideña.