Les habrá llamado la atención a los lectores más atentos a estas cosas, que mantengamos en la Red un artículo del presidente de AIVA y miembro del Foro Empresarial Oliver Alonso en el que pone bonito a José Carlos Mauricio por unas declaraciones que efectuó en su día. Un artículo, el de Alonso, que se publicó unas horas antes de que nosotros lo hiciéramos en el matutino local Canarias 7. Todo tiene su explicación en esta vida. Y si no, la buscamos. El pasado viernes, a las once y media de la mañana, el jefe de prensa de AIVA nos envió el artículo por correo electrónico haciendo constar en el mismo que había sido distribuido entre todos los periódicos con el objetivo de que fuera publicado en sus ediciones de este domingo. Es decir, por emplear el argot del gremio, el artículo estaba embargado hasta las cero horas del día 21, domingo. Pero el matutino Canarias 7 lo publicó el sábado, contraviniendo la petición del autor. Ante esto, cabían dos opciones para nuestro periódico; no publicarlo, como hizo La Provincia, y mostrar así nuestro malestar, o hacerlo aplicando nuestro criterio de que entre nuestros lectores hay personas que no leen el resto de prensa que se edita en Canarias. Pero ante lo ocurrido cabría preguntarse, ¿por qué Canarias 7 incumple el embargo? ¿por qué La Provincia no lo publica? En respuesta a esta última pregunta cabría concluir que porque lo hizo su más directo competidor y dejar para otra ocasión otras consideraciones. Pero, ¿y las razones del otro matutino?