Los ocho jugadores del Universidad que demandaron a este periódico ejercieron un derecho que les asiste, del mismo modo que nosotros hemos ejercido el nuestro informando a nuestros lectores de todas las noticias que tienen o han tenido que ver con este tongo. Este martes algunos de esos jugadores distribuyeron por las redacciones de los medios de comunicación canarios la sentencia condenatoria, al tiempo que el club en el que trabajan ofrecía una conferencia de prensa para dar cuenta de las medidas disciplinarias adoptadas contra varios de ellos por los desagradables, violentos y execrables incidentes del último partido que el equipo jugó. Dos de los expedientados son, a su vez, dos de los demandantes, lo cual no tiene por qué ser ni siquiera casual.