No pudimos asistir a la gala contra el Sida que celebró este sábado Televisión Española en Canarias porque, sencillamente, no nos avisaron, pero por lo que nos cuentan testigos presenciales, aquello fue el acabóse. El subidón de pantojismo que le sobrevino al presentador, el inigualable Roberto Herrera -amigo de la folclórica- y a la directora, buena persona básicamente, fue de tal calibre que sólo faltó una lluvia de claveles rojigualdos para completar el cuadro. Lo malo no es el homenaje que tributaron a Isabel Pantoja y a su novio, el tal Julián nosequemás, en plan verbena de pueblo, sino la salida de tono de Herrera y Navarro atacando a Televisión Canaria por haber osado meterse en la intimidad de tan insigne pareja. Cosa que es falsa porque los reporteros que los abordaron no lo hicieron en nombre de la cadena pública canaria, que no tiene programas rosa, sino como productora independiente que son -Media Report- para vender la exclusiva a Salsa Rosa, de Telecinco. Como quedó acreditado mismamente.