La portada de mañana
Acceder
El Gobierno da por imposible pactar la acogida de menores migrantes con el PP
Borrell: “Israel es dependiente de EEUU y otros, sin ellos no podría hacer lo que hace”
Opinión - Salvar el Mediterráneo y a sus gentes. Por Neus Tomàs

La Fiscalía pide 42 años para un hombre acusado de abusar de sus dos hijas y de otra menor

Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife

EFE

22 de abril de 2021 13:53 h

0

Un hombre acusado de abusar sexualmente de dos hijas y de otra menor de edad para quien la Fiscalía pide 42 años de cárcel será juzgado la próxima semana en la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife.

Este hombre, sin antecedentes penales, también pudo haber abusado de dos hermanas cuando estas eran menores de edad, así como de una sobrina, pero estos episodios se consideran prescritos, según consta en el escrito de calificación del ministerio público.

Se sentará en el banquillo de los acusados por los abusos sexuales que supuestamente cometió sobre dos de sus tres hijos, fruto de su relación con dos mujeres, y de una niña hija de un primo suyo que durmió una noche en su domicilio, en La Matanza.

A una de sus hijas, cuando empezó a mostrarse renuente a seguir manteniendo relaciones sexuales con su padre, le suministró benzodiazepinas, con efectos hipnóticos, que le disolvía en la bebida sin su conocimiento, para conseguir su propósito, según añade el escrito.

Ésta era la mayor de los dos hijos que tuvo fruto de una relación después de que se separara de su primera mujer, con la que tuvo otra niña de la que, según la Fiscalía, también supuestamente abusó sexualmente.

Al parecer a esta niña la sometía a tocamientos de naturaleza sexual y penetraciones digitales y vaginales “prácticamente todos los fines de semana y los miércoles” de las visitas acordadas judicialmente en el proceso de separación de su madre.

Los abusos los cometía en su coche o en una oficina que el procesado tenía en la parte alta de la actual vivienda familiar, que por entonces estaba deshabitada y en obras.

Allí le hacía ver con frecuencia a su hija vídeos de contenido pornográfico y le pedía que se comportara como los personajes femeninos de los vídeos, porque eso “le gustaba mucho”.

En todas las ocasiones le decía a la niña que era un secreto entre ellos, que no podía contar a nadie, especialmente a su madre, y que era “algo normal que tenía que aprender”, y que era “lo que hacían las personas que se querían”, señala el escrito de Fiscalía.

La misma pauta siguió con la hija mayor fruto de su segunda relación, a la que sometió “desde muy pequeña”, con relaciones sexuales completas y continuadas.

En este caso, el escenario de los abusos fueron tanto la citada oficina como en el domicilio familiar, bien en el dormitorio matrimonial o en la habitación de la niña.

Eso, cuando no se tropezaba con ella en otras estancias de la casa, o cuando ésta dormía, para hacerle tocamientos, añade el escrito.

Agrega que el procesado trató varias veces de que la menor le masturbara, pero la niña no accedía, y cuando empezó a mostrarse reacia a mantener relaciones sexuales comenzó a sedarla para anular su voluntad y resistencia.

Además de a sus dos hijas, el acusado pudo haber abusado de una menor hija de un primo suyo que pasó la noche en el domicilio familiar.

La niña se quedó dormida en el salón y fue entonces cuando el acusado comenzó a tocar a la menor en sus partes íntimas por debajo de la ropa, al tiempo que la besaba en la boca.

Como consecuencia de los hechos, la menor presenta sintomatología ansiosa y depresiva y autoestima baja.

En el caso de sus hijas, no presentan aparentes secuelas, si bien no se descarta, especialmente en el caso de una de ellas, que se desarrollen en el futuro.

El escrito de la Fiscalía también describe los abusos que presuntamente cometió el acusado sobre sus dos hermanas cuando éstas eran menores de edad.

Siempre que se quedaba a solas con ellas las asaltaba y trataba de arrancarles la ropa y de tocarles la zona genital, llegando a emplear violencia con ellas y obligándolas a gritar, resistirse fuertemente o encerrarse con llave en el baño para evitar que pudiera consumar el acto sexual.

Más adelante, cuando se separó de su primera mujer, su hermana lo acogió en su domicilio durante unos meses.

En esa casa vivía también su sobrina, a la que cuando estaba a solas con ella le hizo tocamientos mientras le preguntaba si aquello le gustaba.

Años después, con ocasión de la fiesta de cumpleaños de sus hijos en una zona de merendero al norte de la isla, el acusado le pidió a su sobrina que le acompañara a una pastelería pero la llevó en su furgoneta a un descampado y comenzó a besarla en el hombro y el brazo y a quitarle la ropa.

La niña logró salir del vehículo y comenzó a gritar, por lo que el procesado accedió a llevarla de vuelta al merendero, con la advertencia de que no contara nada o pasaría “algo malo”.

La Fiscalía le pide además de los 42 años de cárcel, otros diez de libertad vigilada, tras cumplir su estancia en prisión, tiempo en el que no podrá acercarse a sus víctimas y tendrá prohibido desempeñar actividades profesionales que impliquen contacto con menores.

Adicionalmente, deberá indemnizarlas por un monto global de 130.000 euros por los perjuicios y las consecuencias físicas, emocionales y psicológicas derivadas de sus actos.

Etiquetas
stats