Guía de Senderos de Gran Canaria: El Barranco del Guiniguada

Uno de los atractivos del Sendero del Guiniguada es la posibilidad de acercarse a los riscos de Las Palmas de Gran Canaria.

José J. Jiménez

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Las Palmas de Gran Canaria muestra una cara desconocida en las numerosas grietas que atraviesan su geografía singular. Los barrancos y laderas crean un escenario difícil al que se adaptaron las dos ciudades que forman la capital de la isla: la baja (la de las grandes avenidas, el casco histórico, los barrios de las clases altas y las zonas comerciales) y la alta, dónde se encuentran los barrios populares. El Guiniguada es uno de esos barrancos; quizás el más importante por su significancia histórica y económica. Un barranco que ha desaparecido de la zona baja (los barrios de Vegueta y Triana) sepultado por una autopista de cuatro carriles. Y que permanece oculto en sus zonas altas por una especie de desidia generalizada que magnifica las distancias y las fronteras socioeconómicas de ciertos lugares. Este barranco le dio vida a la ciudad durante siglos: aún sus aguas (lamentablemente entubadas) son uno de los recursos hídricos más importantes del norte de la isla.

La ruta propuesta parte desde el Jardín Canario Viera y Clavijo (Carretera del Centro, km 7; Tel: (+34) 928 219 580), en uno de los tramos más espectaculares y feraces del cauce bajo del barranco. Así que si no conoces este lugar, no es mala idea la posibilidad de combinar ambas excursiones en una. ¿Qué tiene de especial esta ruta? Te da la posibilidad de explorar el lado agrícola de la capital grancanaria. Aún pueden verse multitud de fincas con plataneras y frutales, pero lo que impresiona es la cantidad de viejas infraestructuras abandonadas que pueden verse: acequias; viejos molinos de agua; restos de conducciones excavadas en la roca; enormes terrazas de cultivo; casonas tradicionales (muchas de ellas arruinadas), los restos de batanes… Un plan de recuperación de esta zona lograría recuperar un patrimonio histórico y etnográfico impresionante. Y después está la propia geografía del barranco: una grieta enorme que deja al aire viejas estructuras geológicas de gran interés que explican la propia existencia de Gran Canaria.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Km0.- Salimos del Jardín Canario por la entrada de la Carretera del Dragonal. El primer tramo de la ruta transcurre por la GC-310, por lo que hay que extremar las precauciones y andar con mucho cuidado. El empalme con el camino del Guiniguada, que en sentido inverso al que vamos a realizar conduce hasta Santa Brígida -7 kilómetros-), se realiza justo antes de una curva cerrada de la carretera (junto al Restaurante Maipez –km. 1 del recorrido-). Bajamos un pequeño terraplén (junto a un cartel que anuncia el camino) y pasamos bajo el arco del puente por el que la GC-310 salva el cauce. Ya estamos en la ruta. Durante la primera parte, el camino transcurre entre casas y corrales (lugar de Fuente Morales) dejando a mano derecha los primeros escarpes importantes del Guiniguada. Otro punto de interés de estos primeros kilómetros es poder ver el enorme legado hidráulico de la zona: molinos, acequias, canteros… A esta zona se la conoce como el Maipez. Este topónimo recurrente en la isla hace referencia a sectores con presencia de grandes coladas volcánicas que dificultaban el cultivo (deriva de Malpaís).

Km.2.3.- Dejamos atrás las casas y empezamos un tramo dominado por grandes fincas agrícolas de frutales y plataneras. La gran demanda de agua del plátano hace que junto a los linderos de las parcelas aparezca una nutrida vegetación. A nuestra derecha el barranco forma grandes cantiles (se pueden ver algunos edificios de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria) y a nuestra izquierda, laderas con gran pendiente que conducen al barrio de Hoya Andrea. Justo aquí nos encontramos con una de las primeras sorpresas de la ruta: un pequeño pinar bastante bien desarrollado. Pasamos junto a un área de descanso que se encuentra junto al Aula Ambiental de Fuente Morales. Desde aquí, el camino describe una enorme S hasta llegar a los pies del viaducto de la GC-3 (Circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria).

Km.4.4.- El viaducto marca de manera simbólica el comienzo del tramo urbano de la ruta. Antes de seguir échale un vistazo a las cuevas artificiales que hay en la pared sur del barranco (muy cerca del área recreativa de Albituria). Datan de época prehispánica, pero fueron utilizadas hasta prácticamente antes de ayer cuando este lugar daba de comer a la ciudad. A partir de aquí vemos como algunos barrios se asoman ya al barranco a través de pequeños conjuntos de casas como el de Camino de Albiturria, que conecta con la zona de Lomo Apolinario o Lomo Verdejo. Aquí empiezan a verse los restos de aquella vega agrícola hoy prácticamente abandonada. Apenas quedan algunas fincas cultivadas y muchos de los bancales, acequias y casonas están en un estado ruinoso que da mucha pena. La acumulación de patrimonio agrícola, hidráulico y arquitectónico en esta zona del barranco es brutal.  

Km7,2.- El tramo final del camino conduce hasta El Pambaso, vega agrícola situada entre los riscos de San Nicolás y San Roque. Aquí se alternan las grandes fincas de plátanos y las tierras abandonadas. Y en los perfiles altos del barranco aparecen los riscos, esos barrios populares de casas de colores que se desparraman por los cerros de la capital. El camino transcurre por el fondo del Guniguada hasta llegar a la subida hacia la Calle Álamo (señalizada con un cartel). Desde aquí se accede a la zona baja del Risco de San Nicolás, ya en pleno casco urbano de Las Palmas de Gran Canaria.

Km.9.- Ermita de San Nicolás de Bari. Fin de trayecto.

QUÉ VER.- Más allá del propio barranco y su combinación de atractivos medioambientales y etnográficos, los dos grandes hitos ‘turísticos’ del camino propuesto son el Jardín Canario Viera y Clavijo y hacer una incursión por el laberinto de callejuelas del Risco de San Nicolás. El Jardín Canario es un parque botánico único en su especie por varias razones: el primero es por su tamaño: es el más grande de España. Y el segundo es que se diseñó como un refugio para la flora autóctona de la isla. Aquí vas a encontrar una reproducción a escala de los diferentes ecosistemas de Gran Canaria desde la costa hasta las cumbres. El Barrio de San Nicolás es una de las joyas escondidas de la capital grancanaria. Pese al estado de ruina de muchas de sus casas, es un lugar vital para entender la historia de la capital y el papel que jugaron las clases más populares de la isla durante siglos.

EL SENDERO DEL GUINIGUADA EN TRANSPORTE PÚBLICO

La manera más cómoda de llegar hasta el Jardín Canario en transporte público es acceder desde la Carretera del Centro (GC-110) aunque esto suponga añadir algo más de un kilómetro al total del sendero. Las líneas 301, 302, 303, 311 y 323 de la empresa Global conectan Las Palmas de Gran Canaria con la parada del Jardín Canario; las frecuencias de estas líneas combinadas es de varias posibilidades cada hora.

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