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Miquel Navarro, la patata caliente del IVAM

Quienes piensan que el nuevo director del IVAM, José Miguel G. Cortés, ha sido elegido por ser fiel continuador del proyecto de su antecesora, la discutida Consuelo Císcar, pese a su elección en concurso público, se habrán quedado sorprendidos de su última decisión: prescindir de la sala que Císcar había otorgado de manera permanente a Miquel Navarro. Como sorprendido se habrá quedado el propio Cortés al encontrarse con la respuesta de Navarro, decidido a llevar su caso ante los tribunales por entender que se vulneran ciertos derechos adquiridos con la anterior dirección.

En un comunicado del IVAM, que se abre con una declaración acerca del “respeto por la obra y la persona de Miquel Navarro y de todos los artistas”, se destaca la “decisión unilateral” que supuso en su momento destinar de manera permanente la galería 1 del museo valenciano al escultor de Mislata. Y arremete contra aquella decisión: “La dirección anterior decidió saltarse el acuerdo establecido y dedicarle una Sala Permanente a Miquel Navarro y esta nueva dirección entiende que hay muchos más artistas en la Comunidad Valenciana que merecen que se les preste atención y dedicación”.

El acuerdo al que se alude, firmado con el artista el 20 de diciembre de 2004, dice lo siguiente: “Que las obras de la compra – donación realizada por Miquel Navarro estarán expuestas en la sede principal del IVAM, de forma permanente, una vez que se realicen las obras de ampliación del museo” y que se editará “un catálogo razonado de su obra, condición que no se ha cumplido durante estos diez años transcurridos y que editaremos a la mayor brevedad posible”. De manera que la nueva dirección del IVAM entiende que “no hay ningún acuerdo del Consejo Rector sobre la creación de una sala permanente del IVAM dedicada a Miquel Navarro”.

En el comunicado se ofrecen explicaciones acerca de la cronología de los acontecimientos: llamada a Miquel Navarro la mañana posterior a la celebración del Consejo Rector, en el que se aprueba “por unanimidad” el programa expositivo para 2015 que precisa de todas las galerías del IVAM para su ejecución; ofrecimiento de una reunión con el artista para explicarle las nuevas líneas de actuación del museo, que Navarro pospone por problemas de agenda, así como la sorpresa posterior al anunciar el artista que ya había hablado con sus abogados por considerar que la sala era “suya”.

La dirección del IVAM subraya que a Miquel Navarro “no se le comunica el cambio de uso de la galería con una hora de antelación, sino con 13 días de antelación ya que, hasta el próximo 30 de noviembre (inclusive) su exposición permanecerá abierta al público”. De ahí que la actual dirección diga sentirse “sorprendida y dolida”, ya que “en lugar de recibir una llamada para fijar un encuentro personal con el artista”, éste advierta “en todos los medios de comunicación una serie de medias verdades”.

El comunicado insiste en su valoración de la obra de Miquel Navarro, “claramente notoria”, y ofrece una serie de datos para corroborarlo, como la organización “de 49 exposiciones (individuales y colectivas) organizadas tanto en el ámbito nacional como internacional así como la compra, en el 2004 y 2005, de dos instalaciones (Solar II y Fluido en la urbe) por un total de 1.202.024€ y la donación, en el 2004, de 517 obras”. “Es muy inusual –continúa el comunicado- que un museo dedique una sala permanente a un artista vivo. ¿Por qué el IVAM no dedica una sala permanente a, por ejemplo, Josep Renau, Andreu Alfaro, Equipo Crónica, Yturralde, Jordi Teixidor, Carmen Calvo, etc…? ¿No son valencianos? ¿No son buenos artistas?” Preguntas lanzadas al aire, pero que sin duda debería responder la anterior dirección del IVAM encabezada por Consuelo Císcar, a la que igualmente se hace responsable de las consecuencia derivadas de la exposición “nunca aprobada” de Uiso Alemany.

Y aquí, de nuevo, aparece la respuesta contundente de la nueva dirección: “La exposición programada por la anterior directora del IVAM, Consuelo Císcar, fue presentada por primera vez en la reunión del Consejo Rector del 29 de abril del 2014; en la que, al coincidir con el cese de Consuelo Císcar en el cargo de Directora Gerente, se acordó, por unanimidad, que no se aprobara ninguna propuesta nueva con el fin de que el nuevo director del IVAM, elegido por Concurso Internacional, tuviera posibilidad de realizar su programación”. Respuesta contundente que tiene su elocuente epílogo: “Sentimos mucho que el IVAM sea víctima de la actuación de la anterior dirección no ajustada a Derecho”.

La metamorfosis del IVAM, anunciada en la programación ‘En tránsito’ de 2015, toma igualmente cuerpo administrativo.

Este vídeo repasa parte de la obra de Navarro:

Quienes piensan que el nuevo director del IVAM, José Miguel G. Cortés, ha sido elegido por ser fiel continuador del proyecto de su antecesora, la discutida Consuelo Císcar, pese a su elección en concurso público, se habrán quedado sorprendidos de su última decisión: prescindir de la sala que Císcar había otorgado de manera permanente a Miquel Navarro. Como sorprendido se habrá quedado el propio Cortés al encontrarse con la respuesta de Navarro, decidido a llevar su caso ante los tribunales por entender que se vulneran ciertos derechos adquiridos con la anterior dirección.

En un comunicado del IVAM, que se abre con una declaración acerca del “respeto por la obra y la persona de Miquel Navarro y de todos los artistas”, se destaca la “decisión unilateral” que supuso en su momento destinar de manera permanente la galería 1 del museo valenciano al escultor de Mislata. Y arremete contra aquella decisión: “La dirección anterior decidió saltarse el acuerdo establecido y dedicarle una Sala Permanente a Miquel Navarro y esta nueva dirección entiende que hay muchos más artistas en la Comunidad Valenciana que merecen que se les preste atención y dedicación”.