Las fuerzas ucranianas han denunciado este martes que el Ejército ruso ha lanzado bombas de racimo, prohibidas por la Convención de Ginebra, contra instalaciones médicas y alojamientos civiles en la ciudad sureña de Mykolaiv, en una serie de ataques que han dejado varios muertos y heridos.
“Las tropas rusas atacaron a Mykolaiv con bombas de racimo. Alojamientos civiles e instalaciones médicas, incluido un hospital infantil, fueron atacados por el enemigo. Hay muertos y heridos, incluidos niños”, han informado las fuerzas armadas en un comunicado.
Según el parte diario del Ejército, “los invasores rusos infligieron ataques aéreos y de artillería masivos en la ciudad de Mariúpol” mientras tratan de reagruparse para una ofensiva en el flanco oriental del país.
Las autoridades militares también han apuntado que las fuerzas rusas “siguen sufriendo pérdidas” y experimentan “grandes problemas con la dotación de personal de las unidades de combate y apoyo”, al tiempo que afirman que el enemigo “está desmoralizado”.