En La Rioja hacen falta más urólogos

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Coincidimos con el jefe del servicio de Urología del Hospital San Pedro, Fernando Martínez Castellanos, en el congreso anual de la Asociación Europea de Urología. Está al frente de un equipo que acaba de recuperar la docencia, así que suma a su responsabilidad con los pacientes la de formar a los especialistas de mañana. Se le ve satisfecho con su labor, aunque también indica que en La Rioja hacen falta más especialistas y que los presupuestos no siempre dan para renovar los equipamientos con la frecuencia que marcan los lanzamientos de nuevas herramientas, que son bastante caras. “Se han incorporado hace muy poco al servicio de Radiología equipos de radioterapia de intensidad modulada (IMRT, por sus siglas en inglés, después de la cirugía, el tratamiento de elección del cáncer de próstata)” -explica-, de modo que no parece probable que vayamos a poder contar con los nuevos dispositivos que se han presentado en la reunión de Estocolmo“.

En el balance de intervenciones de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) llevados a cabo en La Rioja, Urología es el segundo servicio por número de operaciones (1.459), sólo por detrás de Oftalmología. El procedimiento más frecuente han sido las biopsias de próstata (518), según los datos difundidos por la Consejería de Salud.

AL DÍA

Aunque en esta ocasión fue el jefe del servicio quien acudió al encuentro científico, Fernando Martínez Castellanos, máximo responsable de Urología del Hospital San Pedro de Logroño, explica que es frecuente que otras personas de su equipo acudan a los encuentros científicos más importantes de su especialidad. “Este tipo de reuniones aportan sobre todo dos cosas que nos parecen fundamentales: el contacto con otros especialistas, con los cuales muchas veces se establecen colaboraciones e intercambios informales, y la oportunidad de conocer los últimos avances científicos y las tendencias de futuro”.

Destaca los resultados de una prueba genética para el diagnóstico del cáncer de próstata con mayor precisión. Con los pacientes en mente, Martínez Castellanos subraya que se trata de una prueba muy prometedora, pero sobre todo “que no es cruenta”. Esta prueba, conocida como PCA3, salió al mercado hace un tiempo. Se trata de un análisis de orina que detecta la sobreexpresión de un gen propio del tejido canceroso.

También considera especialmente importantes los avances en técnicas quirúrgicas, como un dispositivo para realizar procedimientos por laparoscopia (en los que se realizan varias incisiones en lugar de practicar cirugía abierta) mejorados. En la reunión se ha dado a conocer y se ha podido probar instrumental para realizar operaciones con una única incisión. “La recuperación es inmensamente más fácil para los pacientes, se trata de un avance notable. La verdad es que requiere una inversión considerable, y el equipamiento no se puede estar renovando constantemente”, lamenta.

En el encuentro científico los expertos (Martínez Castellanos entre ellos) pudieron probar el láser verde KTP de 250 watios, que se emplea para casos de hiperplasia benigna de próstata (HBP), una de las enfermedades urológicas más frecuentes, y que los urólogos esperan poder incorporar pronto a la cartera de servicios del Hospital San Pedro. Otra de las novedades, que además van a probar los miembros del servicio en el San Pedro es un vaporizador de plasma, también para la HBP.

Por otra parte, indica que en esta reunión se han podido ver grandes innovaciones en cirugía robótica “con dispositivos más precisos y -esto es importante- más baratos dentro de este contexto; en el País Vasco ya tienen este instrumental por triplicado, un equipo por provincia”.

LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE

Para Martínez Castellanos, la suya es una especialidad médica “muy completa” porque combina la cirugía con la práctica clínica y requiere muchas veces la colaboración estrecha con facultativos de otras áreas, ya que las enfermedades que trata suelen responder mejor a un enfoque multidisciplinar.

No obstante considera crucial el establecimiento de una relación de confianza con los pacientes. De hecho, matiza que en el abordaje multidisciplinar (cuando diversos especialistas colaboran en el tratamiento de un paciente), un procedimiento cuya eficacia se ha demostrado, habría que establecer consultas “de contacto” con un facultativo porque “es relativamente frecuente que el paciente acabe confuso respecto a la cantidad de médicos que lo atienden, y suele necesitar algún tipo de línea de continuidad en la atención que se le ofrece”.

En diversos hospitales españoles, se está produciendo una delegación de la Urología a otras especialidades “porque no hay tiempo para abarcarlo todo”. “Hay parcelas que estamos dejando ir porque, sencillamente, no se puede llegar”, lamenta. Es una cuestión 'matemática': “En La Rioja estamos trabajando el mismo número de urólogos que hace 20 años”.