Almeida renuncia a un beneficio de 18 millones al privatizar el párking municipal junto a la Gran Vía

Diego Casado

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Hace poco, el Ayuntamiento de Madrid descubrió el filón de oro que suponía gestionar un aparcamiento público en el centro. Fue en 2016, cuando el equipo de Manuela Carmena decidió recuperar el párking municipal de Plaza de España al finalizar su concesión. Entonces la empresa que lo explotaba pagaba al consistorio 18.592 € anuales por su explotación. El primer año de gestión municipal -a través de la Empresa Municipal de Transportes- los beneficios se multiplicaron por 100. Se dispararon hasta los 1.890.650 euros por ejercicio. A largo plazo, el beneficio estimado es de 60 millones de euros, según cálculos del exdelegado de Hacienda municipal Carlos Sánchez Mato.

La buena ubicación de esta infraestructura, unido a su considerable tamaño (800 plazas) y la implantación de Madrid Central contribuyeron a levantar un maná para las arcas municipales, que el Ayuntamiento intentó replicar asumiendo la gestión de otros aparcamientos cercanos a medida que iban acabando las cesiones a empresas privadas concedidas en los años ochenta y noventa. Así se hizo con los de Montalbán, junto a Cibeles (275 plazas), Olavide (397) y Fuencarral (521), en Chamberí. Además, se aprobó la reforma integral en Santo Domingo (257 plazas).

Pero la racha se cortó con la llegada de Almeida a la alcaldía, hace casi dos años. El 21 de octubre de 2019 estaba previsto que se aprobara la gestión pública del párking de la plaza del Carmen, a escasos metros de la Gran Vía y de la recreación del templete de Antonio Palacios. Pero se retiró del orden del día sin ninguna explicación y se pidió una prórroga para la concesión de la compañía Climax que acabó en mayo de 2020. Meses después, el área de Movilidad anunciaba que aprovecharía el fin de la concesión para otorgar su explotación a una empresa privada a cambio de que esta asuma los costes de las obras de renovación de las instalaciones y del urbanismo de la plaza, que sufren de filtraciones, no cumplen con la normativa de accesibilidad y “la localización de sus rampas de acceso no se corresponde con la actual ordenación de la movilidad” de la zona, según explicó el área en respuesta a una pregunta del PSOE.

El del Carmen es un aparcamiento que tiene todos los elementos para generar una altísima rentabilidad a aquel que lo explote. Así lo demuestra el plan económico financiero elaborado por los técnicos municipales para la privatización, al que ha tenido acceso Somos Madrid: con la distribución de plazas de aparcamiento previstas (276 de rotación y 112 para residentes, además de espacio para motos, camiones de mercancías y carsharing) el plan económico financiero elaborado por técnicos municipales calcula que se alcanzarán 35.215.074 euros de beneficios antes de impuestos. Si se descuenta la inversión necesaria para la reforma de la plaza (11,6 millones) y diferentes obras de renovación necesarias a lo largo de la vida de este equipamiento (casi un millón), el beneficio que el aparcamiento generaría para Madrid sería de 22.621.510 millones de euros en los próximos 30 años.

Con la privatización, el Ayuntamiento de Madrid prevé ingresar solo 4,2 millones en virtud del canon de 140.000 euros que pagará anualmente la empresa concesionaria. En principio se había anunciado que los ingresos serían de 240.000 euros cada año (7,2 millones), pero el Consistorio ha cambiado de idea para hacer más interesante la oferta a los posibles licitadores. Así que, si se descuentan esos 4,2 millones de los 22,6 que obtendría el Ayuntamiento con la gestión directa a través de la EMT, queda la cifra de 18,6 millones de euros de beneficios, la cifra a la que Almeida renunciará para llevar a cabo la privatización durante los próximos 30 años.

Los grupos municipales de la oposición son muy críticos con esta vuelta al pasado del modelo de concesiones. Ahora Madrid y PSOE pactaron en la anterior legislatura las remunicipalizaciones de todas las concesiones de aparcamientos que fueran venciendo y ahora piden que sigan en el Carmen y en los cinco que acaban en el año 2022: Cortes, Santa Ana, Jorge Juan, Ayala y Juan Bravo. También critican que los únicos aparcamientos que el equipo de Almeida empezará a gestionar con la EMT sean los disuasorios recién construidos, que arrojan pérdidas.

“Desfalco a futuro”

“No tiene sentido privatizar el aparcamiento que más rédito puede dar al Ayuntamiento”, denuncia Ignacio Benito, concejal del PSOE encargado de temas de movilidad. “Es un pelotazo tremendo y un sinsentido, porque se está produciendo un desfalco a futuro en las arcas municipales”, explica en conversación con Somos Madrid. Benito fue el edil que preguntó al delegado de Movilidad, Borja Carabante, por el futuro de Plaza del Carmen. Ahora, al ver las cifras, no oculta su sorpresa: “Alguien debería dar explicaciones sobre por qué se produce esta confabulación con el sector privado”, se queja.

El concejal socialista teme que detrás de este movimiento se oculte un paso más hacia la privatización de toda la EMT, desposeyéndola primero de los activos que podrían hacerla más rentable: “La gestión de aparcamientos ayuda a equilibrar las cuentas de la empresa, porque el transporte público siempre es deficitario, desposeerla de esta oportunidad de negocio es un ataque a su línea de flotación económica y un precedente muy peligroso”. Benito considera que dotar de más recursos a la Empresa Municipal de Transportes serviría para seguir apostando por las energías no contaminantes en sus vehículos y por dotar de una mayor calidad al servicio, con más conductores y mejores frecuencias.

Desde Más Madrid no se entiende que ante las contundentes cifras de beneficios y en un periodo de aumento de presupuesto el Ayuntamiento no haya optado por asumir la remodelación de una infraestructura tan rentable, señalan a este periódico fuentes del partido, sobre todo a la vista de ejemplos cercanos como el de Plaza de España.

La concejala Esther Gómez se extraña por el elevado periodo de concesión propuesto por el Ayuntamiento, reclama la gestión del aparcamiento a cargo de la EMT y que los beneficios de estos aparcamientos sirvan para que la EMT pueda extender BiciMAD a toda la ciudad. “El alcalde Almeida está empeñado en mantener el modelo de concesión a operadores privados”, denuncia además de pedir “una participación ciudadana real” en la plaza del Carmen para incluir espacios de juegos y menos recovecos en la futura reforma.

Un buen negocio para la EMT

Para este 2021, el Ayuntamiento prevé ganar seis millones de euros con la gestión de sus aparcamientos municipales a través de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), una compañía en la que esta línea de negocio está ganando fuerza y volumen desde la legislatura anterior: en solo cinco años se ha pasado de facturar 7,6 millones por la venta de tickets y abonos en 16 aparcamientos con 5.500 plazas (cifras de 2015) a los más de 20 millones previstos para el presupuesto de este año, con 12.204 plazas distribuidas en 27 aparcamientos.

Cada plaza de aparcamiento supone casi 500 euros de ingresos anuales a las arcas municipales (495 euros de media en 2021, según cálculos de la EMT) , aunque hay unas que son deficitarias y otras más rentables que compensan con creces las anteriores. Cada una de las situadas bajo la Plaza de España arrojan más de 2.000 euros de beneficio al año. Y las de la Plaza del Carmen está previsto que produzcan más de 3.000 euros por unidad al final de la concesión que quiere aprobar el Ayuntamiento de Madrid.

El Ayuntamiento deja a once trabajadores en el limbo

Además del agujero económico, el fin de la concesión y el nuevo modelo de gestión propuesto por el Ayuntamiento tiene víctimas con nombre y apellidos: los 11 extrabajadores de la empresa Climax, que contaban con seguir trabajando en el mismo lugar, a órdenes de la EMT, pero que se fueron al paro con el cierre del aparcamiento, en mayo de 2020.

Pese a que el personal de la empresa pública acudió a las instalaciones en septiembre de 2019 para organizar la toma de posesión del párking y tranquilizar a los trabajadores sobre su futuro laboral, el cambio de planes del equipo de Almeida les ha abocado al desempleo al considerar que no existía en este caso obligación de subrogar todos los empleos. De esta forma, en plaza del Carmen ha sucedido lo contrario que con el resto de empleados de los aparcamientos municipales absorbidos por la EMT, cuyos contratos fueron asumidos por la empresa, respetando las condiciones anteriores.

“El Ayuntamiento se quedó con los medios materiales de Plaza del Carmen pero no con los humanos”, denuncia José de Jesús, encargado de las instalaciones. Ahora, junto a los otros diez empleados, pelean en los tribunales que el consistorio les vuelva a contratar con sus condiciones o les indemnice por el despido. De momento las primeras resoluciones judiciales les son favorables, pero el consistorio las ha recurrido y no hay sentencia firme. Todos son mayores (el más joven tiene 43 años) y tienen hijos a su cargo que están pendientes de su futuro.

“Entiendo que yo pierda mi puesto de trabajo si en este lugar van a montar una peluquería, pero si lo que se va a hacer es renovar el aparcamiento, mi función la va a acabar teniendo otro cuando me deberían haber contratado a mí. El Ayuntamiento lo podría haber hecho mucho mejor”, lamenta José.