El Gobierno israelí decidió el martes autorizar la llamada a filas a 40.000 reservistas en preparación de una posible incursión terrestre en Gaza como parte de la ofensiva “Margen Protector” iniciada en la noche del lunes. La movilización no será inmediata y se realizará de forma escalonada a fin de reforzar a las fuerzas regulares desplegadas en el perímetro de la franja.
Al poco de conocerse la noticia, el Ejército utilizó esta autorización para ordenar la convocatoria inmediata de 15.000 reservistas de unidades de combate.
El Gobierno aún no ha aprobado la ofensiva terrestre contra Gaza, pero la opción está sobre la mesa. “Nos hemos quitado los guantes”, dijo el primer ministro, Binyamín Netanyahu. “Hamás eligió esta escalada y pagará un alto precio”. Las Fuerzas Armadas ya tienen autorización para iniciar las represalias, y de hecho la Fuerza Aérea ya ha realizado numerosos ataques en las últimas horas. “La IDF (siglas con que se conoce a las FFAA) tiene manos libres para dar los pasos que estime oportunos”, dijo el ministro de Seguridad, Yitzhak Aharonovich.
El número de palestinos en los bombardeos israelíes en Gaza es ya de catorce, incluidos dos personas tres personas muertas en un ataque producido en la tarde del martes. En el suceso más grave, siete cadáveres fueron extraídos de las ruinas de una casa destruida por un bombardeo en Jan Yunis, en el sur de Gaza. Entre los muertos, había dos niños de menos de cinco años, según la agencia palestina Maan News. Hubo también 25 heridos.
Decenas de personas se habían reunido en la azotea de esa casa para proteger a sus ocupantes. La casa había recibido una notificación del Ejército israelí de que iba a ser atacada. Esta clase de mensajes suelen llegar a través de mensajes de móvil. Pretendían disuadir a los militares, pero la casa fue finalmente bombardeada.
Las milicias palestinas han lanzado desde Gaza unos 130 cohetes sobre territorio israelí desde la noche del lunes.