José Antonio González Hernández, concejal de Alternativa Ciudadana 25 de mayo en el Ayuntamiento de San Bartolomé, Lanzarote, ha presentado una moción para que Inalsa, la empresa pública de abasto de aguas, y La Caja aflojen un punto y pongan las cosas fáciles a los vecinos. Resulta que desde octubre cerró sus puertas la oficina de cobros de recibos de Inalsa, empresa que obligó desde entonces a sus clientes que no usen la domicliación bancaria a acudir, en horarios y días limitados, a las oficinas de La Caja de Canarias. Era un trasteo, pero bueno. Pero La Caja, en ese afán de servicio público que preside sus últimas actuaciones, ha dado una nueva vuelta de tuerca y, desde el 3 de mayo, ha decidido que hay que incordiar más a los que no son sus clientes de San Bartolomé, Arrecife y Tías y los obliga a acudir a pagar sus recibos de Unelco e Inalsa, así como los tributos y tasas municipales, a una nueva oficina creada al efecto en Altavista, es decir, en las Cochambambas. Lo nunca visto: la mala atención de La Caja llega a un pleno municipal.