La encuesta predice que habrá más de tres grupos en la Cámara. Y si el PSC-PSOE puede empezar a defender con uñas y dientes esas perspectivas de 23 escaños, quien debería ya darse por satisfecha es CC. La irrupción de NC -depende si en solitario o no, sería menor o mayor su entrada- deja a Coalición en un escenario más que aceptable. Podría obtener hasta 18 plazas en el Parlamento, con NC y CCN dentro, y eso sería siempre aritméticamente tangible para no perder la poltrona del Gobierno de Canarias, porque ninguna de las otras formaciones, menos el PSC-PSOE, le superaría en escaños. Y ya sabe cómo se cotizaba desde 1993 que la primera dama de la Nacionalidad sea consorte de un nacionalista. CC, en el peor de los casos -sería una alianza NC-CCN-PIL-PPM de González Arroyo-, empataría a diputados con el PP (14). Imposibles para reeditar el pacto actual de gobierno. Pero el pacto actual de gobierno está más quemado que los cuernos de un correbous catalán en cualquier fiesta taurina de pueblo tarraconense. CC se mueve como nadie en ese tipo de escenarios múltiples, y aunque pueda perder su diputado por Gran Canaria -si NC y CCN van juntos se llevan tres- lo que ahora mismo importa a Paulino Rivero es que José Manuel Soria no le ponga la pierna encima con más diputados en el Parlamento de Canarias.