Poiret o el cura de Chesterton mirarían a alguien a quien Pepa Luzardo no le pueda decir que no porque la metió en la convencion de alcaldes candidatos del PP cogiendo a Soria echado. En Génova está la clave. Pero en Génova no se puede investigar, no sea que buscando un asunto de aguas se encuentre un informe de armas de destrucción masiva en Irak. Lo dicen los mayores: en política se pierde el pudor cuando se cumplen ocho años. Y entonces se hacen cochinadas. Por eso hemos empezado a escrutar los informes técnicos, al tiempo que aprovechamos para felicitar a Bouygues como hace meses hicimos con Lopesan con el asunto dique Reina Sofía, para que ante cochinadas semejantes acudan a los tribunales. Es el otro recurso pendiente. Y felicitar a la oposición, a la arcadiana y la nárdica porque han dado el tono. Y en agosto, que tiene mérito.