Bien está ese grupo del BNR galdense, que tiene entre sus fichajes estrella al concejal de Urbanismo, Teodoro Sosa, que anda reclasificando parcelas en el Plan General sin encomendarse a las más mínimas prevenciones. Él sabrá por qué lo hace y a qué intereses cuadriculados está respondiendo. De momento sabemos, de su propia boca, que está defendiendo el interés de Gáldar, que es lo que le anima, por ejemplo, a tratar de suprimir el uso de golf en Playa Canaria. Imaginamos que desconoce que con eso pone en serio peligro una urbanización ya iniciada con un hotel de 200 camas y 150 villas, lo que daría trabajo directo a unas 300 personas. No está el norte para muchos iluminados que den marcha atrás a proyectos que supongan riqueza para una comarca tan deprimida.