Que levanten la mano todos los ciudadanos que alguna vez haya conseguido de la Comunidad Autónoma una retroacción de un expediente hasta el momento preciso en que le interesa para que no sea de aplicación, por ejemplo, un planeamiento urbanístico. Bien. De los seleccionados, que levanten ahora la mano los que, llegados a ese punto, consiguen que una autorización gestionada por la vía A, lo sea a partir de ese momento por la vía B. Eso consiguió milagrosamente Rafael Bittini, que consiguió que Industria llevara su expediente hasta 1988 para poder volver a tramitar su solicitud de concesión minera antes de la entrada en vigor de las Normas Subsidiarias de La Oliva, que prohiben los trabajos mineros en el área de Tindaya-Tebeto-La Molina. Pero es más, Bittini empezó entonces a tramitar de nuevo su expediente basándose en un permiso de investigación minera que le habían caducado y cuya caducidad nunca recurrió en tiempo y forma. A ver, que algún funcionario presente en el momento de los hechos (conocemos a dos muy relevantes) levante la mano y explique esto, si hace el favor.