No termina de llegar el ansiado relevo en los fondos y en las formas municipales de Las Palmas de Gran Canaria. El personal se desespera, y el que no trata de reposicionarse, se declara socialista de toda la vida o, en la inmensa mayoría de los casos, pasa cuarto y mitad de la flora y fauna que trota alegremente por los alrededores. Pero los hay que se toman la cuestión de estar bien posicionados como si en ello les fuera la vida. Debe ser el caso del policía local Carlos Saavedra, que este miércoles tuvo un altercado con zarandeo y todo con el director de Personal del Ayuntamiento, Ramón Balmaseda. El agente cayó al suelo en medio de la trifulca, pero no sabemos si por una cachetada del Balmaseda o porque se desmayó en medio de la acalorada discusión. El motivo no era otro que la disputa por una promoción interna ya acordada pero de la que falta por dilucidar si va Saavedra primero en el ascenso o será el veterano Zenón quien se lleve la palma. Hubo hasta parte de lesiones.