Cuida por su carrera política y, especialmente por la de su hermano. Suponemos. Nos referimos a Luis Soria, delegado de la compañía Trasmediterránea en Canarias, y hombre temeroso de los designios estatales donde los haya. Este viernes, sin ir más lejos, hizo un auténtico alarde de independencia en las decisiones y de respeto a la libertad de sus trabajadores consultando a Madrid qué hacer ante la convocatoria de quince minutos de paro y concentración por la paz. Desde Madrid le dijeron que de eso nada, que en todo caso autorizara al comité de empresa a hacerlo, pero el resto del personal, a currar y a llevar la procesión por dentro. Por tanto, si no hubo paro simbólico en Trasmediterránea, sepa el respetable que fue porque estaba prohibido.