Se lo estarán pasando pipa, igual que nosotros, viendo y leyendo cómo las fuerzas vivas del clan de la avaricia, con su jefe de prensa al frente, se afanan por encontrar ahora el consenso en torno al istmo. Finalmente se han caído del guindo y han descubierto que las cosas ilegales no pueden ser y, además, son imposibles. Y de repente, como si de una aparición se tratara, todos se han vuelto portadores del talante y del frente amplio. El frente marítimo amplio, queremos decir. Mauricio tomó prestada para siempre la propuesta de Augusto Brito quien, junto a otros socialistas, está dejando que el camarada consejero salve la cara después de ofrecer sus muñecas para los grilletes. Pero no vamos a ser nosotros quienes les quitemos el gusto, que Mauricio sólo hay uno, pero sus engaños se conocen por millar. Frente a los que de él se apiadan, crecen las voces de socialistas que pregonan la petición de guillotina para Arnáiz, y ni agua para Mauricio. Veremos qué doctrina prevalece.