Esta última semana de julio ha tenido entrada en los juzgados de Las Palmas de Gran Canaria la demanda de reclamación de cantidades por daños y perjuicios del ex consejero de Política Territorial Tomás Van de Walle, contra el también ex consejero de Política Territorial Fernando González Santana. Uno del PP, expedientado, y el otro de Ican-CC, elevado a los máximos honores de su organización en Gran Canaria. Van de Walle reclama a González Santana la nada despreciable cantidad de 80.000 euros en concepto de daños y perjuicios por la fallida y fantasmagórica denuncia que el segundo interpuso contra el primero por el asunto Jinámar, archivado por los tribunales de Justicia. Tomás van de Walle se ha limitado a reclamar a su sustituto en ese puesto del Gobierno los dineros que se ha gastado en defenderse de aquella acusación que logró capitalizar titulares de prensa durante muchos meses a partir de un agosto inolvidable. Van de Walle está seguro de que le asiste la razón y sus abogados, ni les contamos. Nada sabemos de lo que opina Fernando González, a quien el modo de hacer política en Canarias lo ha premiado manteniéndolo en la misma consejería, pero como viceconsejero, puesto desde donde controla perfectamente la finca.