De paso que a algunos se les ha ocurrido adentrarse en las procelosas aguas del periodismo rosa y pagan tan astronómicas cantidades por el invento, las malas lenguas que habitan en los comités de asesoramiento de cada candidato ya se han ocupado de poner más calor y color al final de campaña. Para ello, nada mejor que alimentar la rumorología en torno a la vida privada de algunos aspirantes a presidente, sin que concretemos a qué presidencia, por razones obvias. La cosa tiene mucha enjundia porque, de confirmarse la maldad, que incluye sonados divorcios y esas cosas, nos podríamos encontrar con un Parlamento regional bastante animadito, aunque salga perdiendo el Senado. Lejos de la rumorología se sitúa la todavía presidenta del Cabildo grancanario, Fita Márquez, que definitivamente no se va a Australia (otro rumor), continente cada vez más de moda entre la gente del PP. Debería publicarse el asunto en el National Geographic, pero no, será en el Hola!, donde alguno lo podría tener más fácil a partir de ahora si se confirma su affaire con la miss. La erótica del poder.