El discurso de toma de posesión de Miguel Zerolo como alcalde de Santa Cruz superó las expectativas. Habló poco del modelo de ciudad y de los objetivos para mejorar la vida de los chicharreros, lo que denota que esas minucias sólo importan en campaña electoral. Zerolo sentó las bases de lo que puede significar la próxima legislatura: el definitivo desmantelamiento del Puerto de Santa Cruz de Tenerife para convertirlo en una zona de ocio y negocio, desde Los Llanos hasta el Bufadero. Y el apoyo a la construcción de la Vía Cornisa y la Vía Exterior, en especial esta última, que permitirá, junto con el Plan General de Ordenación Urbana, liberar grandes bolsas de suelo listas para la especulación. O para el presunto buen gobierno del territorio, que también podría darse.