Pepa Luzardo y los Soria estaban que se subían por las paredes ante la actitud de los representantes empresariales en la votación de La Gran Marina. Parece ser que “cobardes” fue el epíteto más cariñoso que dedicaron a Germán Suárez, Mario Rodríguez, José Miguel Suárez Gil y José Juan Rodríguez Castillo. Dos de ellos, sin embargo, seguían estos días repartiendo pulseras verdes de La Gran Marina como si cobraran comisión por objetivos. Suárez Gil lo hizo en la Cámara de Comercio, y Rodríguez Castillo por entre las empresas adscritas a la Federación de Empresas Portuarias. Desconocemos si todos los empleados que cogieron estos abalorios los lucen con pasión, pero sí que les aseguramos que unas cuantas pulseras acabaron en la basura. La verdad es que hay gente que hasta se ofende cuando se la ofrecen.