Corrían los tiempos de don Juan Rodríguez Doreste al frente de la Alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria cuando una empresa americana, de nombre Resort International, o así, se empeñó de meternos por los edificios Elder y Miller para adentro un casino del quince. Eran tiempos en que José Carlos Mauricio, hoy consejero de Economía y Hacienda, era concejal de la oposición y se dedicaba, mayormente, a agitar a los peticionarios de vivienda. Montó un número con las negociaciones de aquel casino que el personal llegó a temer por el advenimiento de Sodoma y Gomorra a la ciudad. O sea, que no son nuevas en absoluto sus apocalípticas declaraciones sobre la invasión mora o la energía nuclear, ambas pronunciadas en este aciago año que ahora termina. Aquel casino no se llegó a instalar, y por lo que parece, alguno de sus promotores (que nunca gustaron a don Juan y a sus muchachos) pasa sus horas de asueto jugando al cinquillo en una prisión.