Mientras, Santana Cazorla aparece como un zombi que no da una a derechas. Como si le faltara curro, como si le faltara estrategia, como si aceptara el papel de perdedor. Que gane el mejor les deseamos, pero que no solivianten la tranquilidad de esta sociedad, que no metan presión en el poder Ejecutivo, menos en el Judicial, y recordarles -por si sirve de algo- que los ciudadanos se preguntan que para qué son tan molestones, si no se van a comer ni la centésima parte de lo que tienen.