No puede Adán Martín, presidente del Gobierno de Canarias, seguir encogiéndose de hombros cuando se le pregunta por el caso casinos. Y no puede sencillamente porque el decreto de creación de cinco nuevas licencias lo aprobó el consejo de gobierno que él preside. Además, es obvio que en un país o nacionalidad civilizado un ministro o consejero no se gobierna solo, como quieren hacernos creer. El presidente ha remitido hasta ahora a la consejera cada vez que la prensa le pregunta por el caso, y de repente, invita a los medios informativos a leer el pacto que une a su partido con el PP de aquí a la eternidad. No dice el pacto nada de cinco casinos en Las Palmas, y de ser tan buenos para el turismo, para el interés general y para la felicidad archipielágica, ¿por qué no se crean otros cinco en la provincia de Santa Cruz de Tenerife?