Detenido un matrimonio en Oviedo que tenía encerrados desde 2021 a sus tres hijos menores entre excrementos

Pilar Campo

Oviedo —
29 de abril de 2025 19:26 h

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Un matrimonio ha mantenido encerrados a sus tres hijos -dos gemelos de ocho años y un niño de diez- en su domicilio de Fitoria, en Oviedo, sin escolarizar, sin salir a la calle y viviendo rodeados de excrementos y animales enfermos, desde diciembre de 2021, según ha confirmado la Guardia Civil de Asturias.

La pareja fue detenida el lunes, día 28, y ha pasado su primera noche en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Asturias, en Oviedo. En torno a las once de la mañana de este miércoles pasará a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo acusada de su presunta autoría en sendos delitos de abandono familiar y detención ilegal. Los menores ya se encuentran acogidos en un centro de la administración del Principado.

Fuentes policiales han confirmado a elDiario.es Asturias que en el domicilio solo estaba censado el padre, un alemán de 53 años que responde a las iniciales C.S., mientras que oficialmente no figuraban ni la madre, M.A.S. una norteamericana que también tenía la nacionalidad alemana, de 48 años, ni los tres niños.

Voces de niños en el domicilio

Los hechos se destaparon a raíz de las sospechas que la familia levantó en una de las vecinas de Fitoria. La mujer creía que el hombre no vivía solo, porque a veces había escuchado voces de niños pero nunca los había visto en el jardín y creía que no iban al colegio.

Las escasas veces que veía a C.S. era, según su testimonio, cuando el hombre salía a la puerta del domicilio familiar para recoger los pedidos de comida, algunas veces muy voluminosos para una sola persona.

La vecina alertó entonces al Servicio de Familia e Infancia del Ayuntamiento de Oviedo de una situación que “le pareció sospechosa”, según han explicado fuentes policiales.

A partir de esta comunicación se activó toda la maquinaria policial y judicial. Los agentes de la Policía Local comenzaron a realizar vigilancias discretas en torno al domicilio, un chalet individual en la zona rural ovetense.

Las vigilancias policiales

Las primeras vigilancias comenzaron el 14 de abril y los agentes pudieron comprobar que “se movía una cortina en el piso superior cuando el hombre recogía un pedido”, lo que venía a constatar que había más personas en el interior.

Con estos datos se solicitó una reunión con la Fiscalía de Menores y se dictó una orden para proceder a la identificación de las personas que pudieran estar viviendo en el chalet ubidado en Fitoria, a 1,9 kilómetros de la capital asturiana.

El pasado lunes, día 28, en torno a las 14.30 horas, se desplegó un importante operativo en torno a la vivienda. Hasta el domicilio familiar se desplazaron el inspector jefe operativo, un subinspector de la Policía Judicial y cinco agentes, dos de ellos como apoyo. Junto a los policías, se trasladó personal de los Servicios Sociales del Principado y una traductora de alemán acompañados de la letrada de menor de la administración regional.

El padre iba desaliñado y descalzo

Al llegar a la vivienda, les recibió el padre que iba, según fuentes policiales, “con un aspecto desaliñado y descalzo”. Les pidió que se pusieran mascarillas y accedió a que entraran. En ese momento, pudieron ver a la madre y a los niños, todos ellos provistos de tres mascarillas en la cara, así como el estado de insalubridad de la vivienda y las condiciones infrahumanas en las que se encontraban los menores, que aún usaban pañales. La familia vivía rodeada de excrementos, junto a animales enfermos.

Los tres menores han quedado a cargo de las trabajadoras sociales del Equipo de Recepción y Valoración de la Dirección General de Infancia y Familia de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado.

Los niños “respiraron profundamente al salir al exterior”

La Guardia Civil se ha hecho cargo de las investigaciones. Inicialmente ha procedido a las comparecencias de los agentes de la Policía Local y tenía previsto tomar la manifestación del matrimonio asistido por un intérprete de alemán.

Los niños fueron liberados por los agentes. Su primera reacción, según fuentes policiales, fue “respirar profundamente” al salir al exterior e incluso uno de los menores llegó a sorprenderse al tocar la hierba del jardín “como si fuera la primera vez que lo hacía”.

El matrimonio pasará esta mañana, sobre las once horas, a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo que se ha hecho cargo del procedimiento.

Apenas media hora después comparecerán ante los medios de comunicación los responsables del operativo policial que explicarán qué sucedía en el interior del ya denominado en fuentes policiales como “el chalet de los horrores” y qué ha podido fallar para que en estos cuatro años no hubiera constancia de que había una familia viviendo en condiciones deplorables y con menores sin las mínimas condiciones higiénico-sanitarias y sin escolarizar.