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Los blanquiazules se marchan a La Palma

El Tenerife apuró este sábado sus dos últimos entrenamientos en las instalaciones del Mundialito antes de afrontar a partir de este domingo la concentración de una semana de duración que tendrá lugar en la isla de La Palma.

Al igual que en las jornadas anteriores, el trabajo combinó los ejercicios físicos con otros en los que el balón tuvo un protagonismo preponderante, aunque la exigencia de la primera parte de la sesión fue mucho mayor de lo visto hasta ahora.

El preparador físico, José María Sanz, organizó un circuito de resistencia que hizo sudar la gota gorda a los jugadores, que empiezan a mostrar los primeros síntomas de fatiga por la inactividad del periodo vacacional.

El centrocampista asturiano Óscar Pérez se ejercitó a menor ritmo que sus compañeros dado que sigue con molestias por la pubalgia que arrastra desde la temporada pasada.

El jugador comentó tras la sesión que está “mucho mejor” que en la recta final del curso pasado, cuando apenas podía correr y golpear el balón.

Ahora bien, reconoció que es un inconveniente el no poder empezar al ciento por ciento de condiciones físicas ahora que ha llegado un nuevo entrenador, José Luis Oltra, y es que la competencia en la medular se antoja va a ser muy fuerte.

El Tenerife se desplazará este domingo al mediodía a La Palma, en donde instalará su cuartel general en el municipio Barlovento, con un total de 25 jugadores.

Los únicos ausentes serán Franz Bertin, quien jugará con la selección de Haití un encuentro amistoso en Miami, e Iriome González, quien cuenta con permiso del club para prolongar sus vacaciones hasta el 2 de agosto después de participar en el Mundial sub 20 en Canadá.

Viajan los descartados

Sí se desplazarán a la Isla Bonita los descartados por la dirección deportiva y que aún no han encontrado nuevo acomodo, casos de Luis Gil, Tomi Correa y Sergio Torres.

Este último subrayó que sigue siendo jugador del Tenerife y recordó que “casos más raros se han visto” de futbolistas que en principio no contaban y que luego acabaron teniendo su oportunidad.

Sergio Torres hizo hincapié en que le quedan dos años más de contrato y advirtió de que los cumplirá si su agente no encuentra ninguna opción que le convenza.

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