Gasol lidera una victoria granítica de España sobre Letonia
El Europeo ha entrado en harina, los equipos han mordido el cuchillo y España ha dejado claro que Jorge Garbajosa hace falta y que, como siempre, Pau Gasol vuela por los cielos de este deporte sólo o en compañía de otros, pero que si los otros pasan por alguna zona oscura él aparece y es capaz de amarrar encuentros como el que Letonia planteó en Sevilla.
Nada será un camino de rosas para los campeones. El segundo asalto del campeonato ante los letones dejó claro que el baloncesto del Viejo Continente goza de buena salud, que hay muchos equipos con gran potencial y que la medalla de oro exige mucho esfuerzo, mucho sufrimiento y mucha fortaleza mental.
Precisamente la dureza psicológica de un hombre instalado en el olimpo de la canasta y enfundado en la camiseta de la 'eñemanía' impidió que Letonia, una selección más que capaz y bien dotada para el lanzamiento de larga distancia, cortase la racha de victorias del equipo dirigido por José Vicente Hernández: Pau Gasol.
El ala-pívot de los Memphis Grizzlies ha desarrollado una habilidad natural para medir los tiempos, para dosificar fuerzas y para interpretar los momentos en los que debe desplegar su talla como jugador de baloncesto, porque Gasol juega al baloncesto de auténtico lujo.
Letonia dispone de un hombre de parecidas características, Andris Biedrins, y ambos sacaron a relucir la clase de su juego en algunos cara a cara que sólo están al alcance de los mejores. El letón se mostró letal cerca del aro, igual que Pau, que con dieciséis puntos en la primera parte hizo posible que la selección española dominará en el marcador al alcanzar el descanso (41-36).
Conexión NBA
El ala-pívot de Memphis estableció una conexión altamente productiva con otro de los hombres que pasean el nombre de España por las canchas de la NBA, el base de los Toronto Raptors José Manuel Calderón.
Calderón anotó otros doce tantos en la primera parte. O sea, que entre ambos consiguieron veintiocho de los 41 puntos españoles. El resto del equipo trabajó a destajo en defensa, donde Letonia supo crear muchos problemas a los campeones del mundo.
España no tomó el control del marcador hasta que Rudy Fernández enganchó un par de triples ya bien entrado el primer cuarto (17-16). Los bálticos salieron enchufados desde los 6,25 (4/7 en los diez primeros minutos) y le echaron descaro y acierto para revestir el partido de dificultades.
La selección española dispone y practica un amplio surtido de defensas. Las amolda a través de distintas variantes a diferentes modalidades de ataques, pero todas son estratégicamente ambiciosas y arriesgadas.
Producen muchas recuperaciones de balón, traban mucho los movimientos ofensivos del rival. Eso sí, exigen desgaste y concentración a partes iguales para cumplir con el cometido que Pepu Hernández pretende con cada zona, con cada presión, con los constantes cambios de dibujo que la selección interpreta en todos los choques.
Mano a mano
Biedrins entabló un eléctrico mano a mano con Gasol a la altura de los mejores paladares del juego interior. A Biedrins, además, le respaldaron Uvis Helmanis y Sandis Valters desde fuera de la pintura y Letonia jugó a España de tú a tú todo el primer tiempo.
Ver jugar a España con el marcador ajustado durante muchos minutos resulta algo sorprendente hoy en día. Tampoco extrañan las endiabladas series anotadoras que conecta en instantes cruciales y, pese a todo, a Letonia le llegó el chaparrón.
El coletazo español sacudió el choque en el tercer periodo, con el mayor de los Gasol tomando aire en el banco después de aumentar un poco más su cuenta y las opciones ofensivas mucho más repartidas y lideradas por el contundente Rudy Fernández.
Rudy cogió su fusil y aseguró el marcador en una decena, punto arriba punto abajo, de diferencia (62-48, min. 27). Letonia volvió a demostrar solidez. Tanta como claridad de ideas. Lejos de amilanarse, sostuvo la intensidad y siguió mirando a los ojos de los campeones del mundo.
Buen rival
Pelear así de bien cuando el que está enfrente es el campeón del mundo habla muy bien del equipo adiestrado por Karlis Muiznieks. Sin olvidar, claro está, que los campeones del mundo son eso, los mejores.
Quizá por eso el 70-55 que España lucía al final del tercer cuarto sugería una actuación destacable de los letones. Y así era. Ahora, sin que supusiera una mala noche de la selección española.
Es que Letonia es un equipo “buenísimo”. La había dicho José Manuel Calderón la víspera del partido y lo pudieron comprobar todos los que vieron el choque. Por tanto, puede fustigar al que se le ponga por delante.
Todo lo demás que hace falta para destronar a España, y no sólo para hostigarla, ya es mucho decir. La apertura del abanico atacante del conjunto de Pepu Hernández requiere manejar y usar ese algo más. Letonia no lo encontró. España tampoco la dejó y ya sabe que, pase lo que pase ante Croacia, tiene pasaporte para la liga de octavos de final en el Telefónica Arena.
Ficha técnica
España (93)Letonia (77)
España (25+16+29+23)
Letonia (20+16+19+22)
Árbitros
Incidencias