El porvenir del 'Granca'
Hay una pregunta que, desde el 23-F (día en el que Lisandro Hernández, junto a ocho directivos más, presentó su dimisión como presidente del CB Gran Canaria), acompaña al club claretiano: ¿Y ahora, qué? Durante las últimas tres semanas, CANARIAS AHORA ha consultado a profesionales que prestan sus servicios o han trabajado para la entidad de la Vega de San José en busca de respuestas a esa incógnita. Y en todas las réplicas resalta un denominador común: el potencial, como marca, que posee el Granca ante una etapa en la que el propietario de la Sociedad Anónima Deportiva (SAD), el Cabildo, traza una hoja de ruta singularizada por los recortes económicos.
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Todos los planes, esbozos, cálculos o modelos de CB Gran Canaria expuestos, ante la nueva situación, parten de otras cuestiones fundamentales: ¿Cómo encara el Cabildo el panorama? ¿Considera la corporación insular que el Granca es un negocio o es, simplemente, un marrón? La coincidencia, ante esta duda, es plena: si el accionista mayoritario de la SAD enfoca el asunto como un problema, el club se dirige hacia la desaparición; si lo afronta como un proyecto de interés, la entidad claretiana (por su propio atractivo y por todo lo que generará el Mundobasket 2014) tiene capacidad para crecer y convertirse en un activo significativo para la isla.
Entre los plantemientos formulados destaca una sugerencia que sopesa la posibilidad de que el Cabildo, de manera interna, se replantee su propia relación con el Granca. Esa idea parte de un suceso tangible: si se tiene en cuenta que el principal cliente del club es el Patronato de Turismo y la Consejería de Deportes es un simple proveedor, proyecta una cuestión: ¿por qué no toma las riendas de la entidad claretiana el Patronato de Turismo? Y esa misma idea añade a esa fórmula otro giro: ¿por qué no se creea una especie de consorcio público, liderado por Turismo, que englobe el CB Gran Canaria, el Mundobasket 2014 y el nuevo Palacio de Deportes para configurar una marca global y explotar ese producto de manera conjunta?
Esa idea subraya que uno de los objetivos trazados por el Cabildo, en su nueva hoja de ruta, es convertir al CB Gran Canaria en una empresa autosuficiente, meta para la que considera fundamental dotar de capacidad de negocio -más allá de la que ha manejado en los útimos años- a la propia entidad. Ese consorcio público (Granca, Mundobasket 2014 y Palacio de Deportes) podría negociar acciones conjuntas en la búsqueda de grandes patrocinadores, relacionar las tres marcas o gestionar la organización de grandes eventos (desde competiciones deportivas en el nuevo pabellón (finales de competiciones europeas o eliminatorias de Copa Davis) a espectáculos culturales (conciertos o galas)).
Nadie olvida otro activo que está bajo control del club: la Ciudad Deportiva de la Vega de San José, instalación para la que el Granca posee un contrato de explotación por 50 años que concedió el Cabildo -vía usufructo- en 2002 para evitar la causa de disolución de la SAD en la que entró la entidad claretiana por la nefasta gestión económica de la anterior directiva, y que sobre la mesa dejó un plan para que el club utilizara comercialmente esa parcela con la construcción de una piscina cubierta, un local con licencia para supermercado, aparcamientos y un edificio de oficinas sobre suelo público.
Interesante propuesta del PP
José Miguel Álamo, ex consejero de Deportes del Cabildo (PP), planteó hace varias semanas, durante una intervención en la Cadena Ser, la posibilidad de que la corporación insular y el CB Gran Canaria firmasen un contrato de patrocinio de larga duración, similar al que en 2006 la institución pública selló con la UD Las Palmas (por un periodo de 20 años y por el que la entidad de Pío XII recibirá 1,6 millones de euros por temporada) y que sirvió como aval para afrontar la deuda pendiente tras la firma del convenio de acreedores.
Esa propuesta podría dotar de ciertas garantías de futuro -para fijar una base aún más sólida- al Granca, que en la presente campaña recibirá del Cabildo una cantidad que rondará los tres millones de euros: uno en concepto de patrocinio y dos -en partida extraordinaria- para cubrir el presupuesto aprobado el pasado verano y que, tras algunas variaciones (como la inclusión en sus cuentas de los gastos originados por la organización de la Supercopa ACB 2009 y de los dos partidos amistosos que jugó Cuba en la isla) ascenderá a unos 5,9 millones de euros.
Mejoras en abonos, marketing y comunicación
Las opiniones recabadas también resaltan las deficiencias que el club ha mostrado, durante los últimos años, en la captación y fidelización de abonados. Todos destacan que, a pesar de los éxitos deportivos, la entidad claretiana haya sido incapaz de llenar (cada 15 días) el Centro Insular de Deportes (uno de los pabellones más pequeños de la ACB).
“Tras tantas temporadas buenas y con el atractivo que tiene el baloncesto, el club debería tener lista de espera para sumar nuevos socios”, apunta una de las personas consultadas, que acentúa el error en la incapacidad para “retener a abonados que entraban con pases de empresas o de instituciones públicas”. Y añade: “No se ha hecho ver a esa gente que ese asiento también podía ser suyo, que eran parte del club. Y tampoco creo que se haya hecho un esfuerzo por saber por qué algunos abonados no renovaban su asiento o por captar a aficionados al deporte en general y que están descontentos con otros equipos”.
Renovar la política empleada en marketing y comunicación se considera, entre todas las exposiciones reunidas durante las útimas semanas, otra prioridad. Para el presente ejercicio, en el propio club, se espera ingresar unos 300.000 euros vía marketing, cantidad que se apunta como insuficiente -a pesar de la crisis económica- para un equipo ACB por todas las posibilidades que ofrece. En este aspecto, al igual que en comunicación (donde se rememora que el club durante años se asimiló a un búnker alejado de los focos y se lamenta la poca atención de la prensa), se recomienda una reestructuración y la profesionalización de ambos departamentos.
No a los recortes en materia deportiva
En la nueva hoja de ruta que plantea el Cabildo se incide, de manera reiterada, en la necesidad de recortar gastos del presupuesto en materia deportiva. Todas las fuentes cuestionadas al respecto consideran esa posibilidad como un error de base, ya que si un departamento ha funcionado bien (o ha ofrecido buenos resultados) es el correspondiente al baloncesto. Incluso se menciona que Himar Ojeda -durante las últimas tres temporadas- ha gastado menos dinero de lo presupuestado para confeccionar las plantillas del primer equipo: por ejemplo, la cantidad fijada para la actual temporada, ascendía a 3,3 millones de euros y el coste total del equipo quedó establecido en 3,1 millones de euros.
La valoración de Himar Ojeda al frente de la dirección deportiva, a pesar de depender en el mercado casi en exclusiva de una sola agencia de representación de jugadores (U1st), se considera notable y se alerta de sobre su situación contractual, ya que su vinculación con el club expirará en junio y su trabajo al frente del Granca ha revalorizado su cotización en la ACB. Y, sobre todo, se apremia a la nueva directiva que presidirá Agustín Medina a tomar una decisión (hacia una u otra dirección) sobre el puesto de director deportivo para empezar a perfilar el proyecto de la temporada 2010/2011.
Pero más allá de todas estas ideas, pensamientos, buenos propósitos o proyectos, para empezar a conocer el verdadero rumbo que toma el Granca, toca esperar. La corriente colectiva ensalza las bondades y las condiciones del club. Ahora sólo queda que los ejecutores del nuevo patrón acierten.