El reconocimiento a una leyenda
“Cualquiera de los jugadores que compartieron generación conmigo podría haber sido el elegido, pero he sido yo, por lo que trataré de desempeñar mi cargo lo mejor que pueda y en representación de todos los jugadores que han defendido la camiseta amarilla”. Con estas palabras, el señalado por muchos como mejor jugador de la historia del club amarillo, Germán Dévora, tomaba posesión de la Presidencia de Honor de la Unión Deportiva Las Palmas.
En un emocionante acto oficializado por Miguel Ángel Ramírez, presidente del club, Antonio de Armas, consejero e historiador oficial del club, y el propio Germán Dévora, se llevó a cabo la toma de posesión de su cargo honorífico, el cual se limitará a la representación institucional de la entidad, manteniéndose alejado del terreno deportivo.
Desde que tomase la presidencia del club, Miguel Ángel Ramírez ha hecho todo lo que está en su mano para que El Maestro aceptase este cargo y, varios años después, sus esfuerzos han sido recompensados. “Estoy aquí por la insistencia del presidente y por sentirme abrumado por mis compañeros y por la afición”, expresaba el nuevo Presidente de Honor de la Unión Deportiva Las Palmas.
Miembro de la legendaria generación que llevó a Las Palmas a conseguir sus mayores logros, entre los que destacan el subcampeonato en Liga y Copa del rey, además de la participación en la Copa de Feria y en la Copa de la Uefa, el legendario centrocampista amarillo era señalado por todos para ser la cabeza visible en los actos institucionales del club.
“Esta entidad tiene una historia importantísima forjada por jugadores de nuestra tierra y nosotros teníamos que acercarles al club, ya que Las Palmas no es nada sin su historia”, expresaba Ramírez, haciendo un guiño a todas esas leyendas olvidadas que han hecho de la Unión Deportiva Las Palmas el club histórico que es.
“Desde el primer minuto sabíamos que Germán Dévora debía ser el Presidente de Honor y, tras 7 años, te quiero dar las gracias, Maestro, por haber aceptado este cargo”, concluía el Presidente, orgulloso de volver a verlo implicado en el club de su vida.