Algunos abusos de Mohamed VI

Primero. Las declaraciones de Jalihenna Uld Errachid, presidente del Consejo Real Constitutivo para Asuntos Saharauis (Corcas), ante la prensa internacional en Rabat. Habló de la eterna y desconocida “propuesta proyecto de autonomía” para el Sáhara Occidental ya enviada a Palacio por el organismo colonial que encabeza. Nada nuevo bajo el sol, salvo los sarcasmos del personaje. Marruecos no discutirá de soberanía, pero se trata de una iniciativa conforme a la “legalidad internacional”. Sin comentarios. Errachid continuó tomando el pelo a los corresponsales con otras tres perlas.La próxima “autonomía será a imagen y semejanza de las comunidades autónomas españolas”; las violaciones de los derechos humanos en los territorios ocupados, denunciadas por Amnistía Internacional y Human Rights Watch, son “una tontería”; y, para rematar la faena, dijo que Marruecos seguirá impidiendo viajes al Sáhara de delegaciones oficiales, españolas o europeas, con un argumento de peso. “Qué pensarían ustedes de alguien que llegara a Madrid diciendo viva ETA?”. Bueno. Pues habrá que imaginarse a José Borrel o a Manuel Marín gritando viva el Polisario, dos minutos después de haber aterrizado en El Aaiún. Segundo. Mohamed Abdelaziz solicitó a Kofi Annan, secretario general de la ONU, una investigación sobre la muerte de 50 saharauis ahogados en el océano Atlántico la semana pasada cuando intentaban escapar de la represión. Se trata de la tercera vez que sucede un hecho de esta naturaleza desde el mes de junio. El presidente de la RASD denunció “la existencia de bandas organizadas, financiadas y dirigidas por las autoridades coloniales que actúan en el interior de los territorios saharauis y en las costas y que tienen como misión la de facilitar y empujar a los jóvenes saharauis que huyen de la presión y la opresión de los aparatos de seguridad, a la emigración clandestina en una travesía del océano Atlántico tan incierta como peligrosa”. Quizá los gobiernos español y canario tengan algo que decir sobre este asunto. ¿Dispuestos a colaborar en la investigación, por ejemplo? Tercero. La solidaridad internacional para la alimentación de los refugiados en Tinduf, responsabilidad de cargo de dos agencias de Naciones Unidas (ACNUR y el PAM), redujo la ayuda en más de un 40% desde el año pasado sin molestarse en ofrecer explicación alguna a los afectados. Este recorte provocó que el 66% de las mujeres entre 15 y 45 años y el 68% de los niños menores de 6 padezcan anemia, al tiempo que el 35% de los niños sufran malnutrición. Por este motivo, la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui (ACAPS) inició en Tenerife una campaña de solidaridad tras los llamamientos de la Media Luna Roja y del Gobierno saharaui. Consiste en enviar urgentemente a ACAPS productos alimenticios no perecederos como harina, lentejas, azúcar, aceite y gofio. Quizás Adán Martín y otras autoridades estén dispuestos a prestar su colaboración en este otro asunto. A lo mejor.

Rafael Morales