Las aguas socialistas vuelven a su cauce

Julio Cruz es un parlamentario con muchos trienios, los mismos que llevan los socialistas controlando y gestionando los asuntos públicos de la mayor parte de las instituciones de la isla. Tiempo suficiente para comprobar que los dirigentes del PSOE gomero entienden y ejercen la política -la praxis que dirían ellos- de la misma manera que CC o el PP y, por tanto hay que suponer es la misma que aplicarían en el caso de gobernar Canarias. El cambio sería de personas y marca electoral, no de política como demuestran las palabras del parlamentario gomero.

Los socialistas gomeros han montado una estructura política para perpetuarse en el poder y disfrutar de sus prebendas sin que les afecten escrúpulos éticos ni la incoherencia con los principios ideológicos proclamados en los discursos. El dinero público de las instituciones gomeras se destina preferentemente a subvenciones orientadas a mantener un clientela electoral, no para crear una estructura productiva capaz de asegurar una parte fundamental del nivel de vida de sus habitantes. Otra de las características que adornan la gestión de lo socialistas gomeros es la de ignorar a los ciudadanos y no responder cuando denuncian sus numerosos incumplimientos electorales o una gestión que se salta las normas democráticas más elementales y, por si esto fuera poco, mienten y lo hacen en papel oficial.

No cabe duda, hay que aplaudir la coherencia de la nueva ejecutiva al dar un cargo tan relevante a Julio Cruz y acabar así con el trastorno bipolar que sufrían los socialistas durante el mandato de Juan Fernando López Aguilar. Es evidente que han terminado con la áspera confrontación de la época anterior. (Al fin y al cabo, todos tienen imputados entre sus dirigentes.)

El caso de la embotelladora en Taguluche, la red de saneamiento de Arure o la instalación de una granja de porcino en la misma localidad, tienen en común, no solo su ubicación en el mismo municipio, sino que los tres demuestran que el PSOE y CC comparten el mismo modelo de gestión en el que las normas se acatan pero no se cumplen. Ignoran las demandas de vecinos y asociaciones negándose a dialogar, no contestan -a pesar de lo establecido en la ley- las demandas de información. Y, cuando lo hacen, tergiversan los hechos y eluden responsabilidades. Ante esta situación, el único recurso que les queda a los ciudadanos es recurrir a la justicia, denunciar estas actuaciones antidemocráticas y presuntamente delictivas. Como vivimos en un estado de derecho, los ciudadanos de Arure y la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza, (ATAN) denunciaron los hechos ante la Fiscalía de Medio Ambiente que ya abrió una investigación y ha reclamado la información que los socialistas se han negado a facilitar. Esperemos que la justicia obligue a los socialistas gomeros a respetar los derechos democráticos de los ciudadanos. Ellos afirman que los que ya lo hacen, pero no lo corroboran con los hechos.

* Socio de ATAN

Eustaquio Villalba*