Antídoto ante el estrés

Para ello, cada fin de semana busco en los guachinches del norte de Tenerife una salida a la monotonía cotidiana y, que ya nos tienen acostumbrados el pode de la comunicación mediática de todo el mundo a través de sus avances informativos, titulares, crónicas e imágenes desgarradoras., unido a los sistemas corruptos de los poderes fácticos que gobiernan actualmente en el mundo. Por todo ello, y como ya viene siendo habitual, el pasado fin de semana salí con mis amigos, Juan Luis, inspector de farmacia y Domingo Negrín Moreno, periodista de un periódico local de nuestra isla.

Salimos rumbo a Santa Ursula-La Corujera; entramos en un guanchinche y tomamos unos vasitos de vinos, garbanzas y un costillal asado. Ni que decir tiene, que el vino estaba tremendamente delicioso, aunque para mi amigo el periodista, Domingo ?Negrín Moreno, más tarde comenzara entrar en una especie de hipnosis mezclada entre alegría y dinámica. Son encuentros, donde se sueles hablar de casi todo, pero lo más importante es que te olvidas de la verdadera realidad por la que atraviesa el mundo; acompañándolos con unos vasos de vinos del propio cosechero, un buen queso blanco de cabra y lo que se tercie. Incluso, me sorprendió mi amigo, el inspector de farmacia, Juan Luis, el cual se sintió en todo momento a gusto en un ambiente sano, distendido y un escenario del mundo rural, desprendiendo olor a tomillo, orégano y sobre todo, respirando aire de libertad y tranquilidad. Sin duda, ese es el mejor antídoto para el estrés.

Rafael Lutzardo